A la hora de montar un sistema de cine en casa, además de los clásicos altavoces estéreo, de utilizar una vieja minicadena o comprar un conjunto de cine en casa en kit, otra opción que tenemos disponible son las barras de sonido, unos dispositivos que han crecido rápidamente en prestaciones y funcionalidades.
Surgieron como solución al pobre sonido de los televisores modernos y pensando en situaciones en las que no queremos o no podemos optar por otras opciones más grandes y costosas, como los altavoces separados con amplificadores.
Las barras de sonido son la opción de moda, aunque no son adecuadas para todos los casos de uso y tampoco gustan a todo tipo de usuarios. Por ello, hoy vamos a hacer un repaso por sus ventajas e inconvenientes señalando razones a favor y en contra de la utilización de estos dispositivos como sistema de sonido para el hogar.
Razones para apostar por una barra de sonido
- Sencillez de instalación: Si hay algo que podemos destacar de las barras de sonido es su sencillez de instalación y uso. En general basta con conectarlas a la tele por medio de un cable óptico, HDMI o RCA y ya está, tenemos todo listo para empezar a funcionar sin complicarnos mucho la existencia. Puede que tengamos que instalar alguna aplicación en el móvil para acceder a las funciones especiales, pero normalmente todo estará listo en unos pocos minutos.
- Facilidad de uso y compatibilidad: Otro punto importante si no queremos complicarnos la vida es la buena compatibilidad y la sencillez de uso. No hay que preocuparse de asuntos como las impedancias de los altavoces, las potencias recomendadas de los amplificadores, procesadores de sonido, etc. Incluso tampoco de instalar ningún reproductor de sonido adicional o de que los altavoces no sean compatibles con las etapas de amplificación. Todo funcionará desde el primer minuto.
- Preparadas para el cine en casa: Además si estamos buscando un sistema de sonido para cine en casa estamos de enhorabuena, ya que esta es su principal razón de ser. Vienen con todo lo necesario para la decodificación directa de las pistas de sonido en formatos como DTS, Dolby Digital o Dolby Atmos (dependiendo de cada modelo), muchas barras cuentan con un canal central dedicado, con altavoces extra para recrear espacios de sonido envolvente simulado o real si traen altavoces extra para colocar tras el espectador, suelen contar con subwoofer para mejorar las bajas frecuencias y encargarse del canal LFE de la pista de sonido, etc.
- Mejor comprensión de los diálogos: La mayoría de las barras cuentan con alguna función específica para mejorar la comprensión de los diálogos, uno de los problemas más frecuentes y de las críticas más habituales al sonido de nuestros televisores planos.
- Bajo consumo eléctrico: Aunque en las especificaciones suelen presumir de cientos de vatios, la realidad es que las barras de sonido en general ofrecerán consumos eléctricos reducidos con cifras bastante menores que las que gastan los equipos de sonido más complejos basados en receptores más altavoces separados, por lo que son ideales para un uso frecuente en el día a día.
- Adaptación al entorno de instalación: Hasta hace unos años esta funcionalidad era exclusiva de los receptores o procesadores de sonido, últimamente también está llegando a las barras de sonido, aunque de forma más modesta. No obstante, suelen incorporar ajustes para adaptar la respuesta de sonido a la sala donde las tengamos instaladas, mejorando así el resultado final.
- Posibilidades de ampliación: Esta ventaja se da solo en algunos modelos, generalmente de gamas altas, permitiendo que compremos inicialmente la barra y añadamos posteriormente otros altavoces envolventes o un subwoofer adicional para mejorar la respuesta sonora.
Razones para no apostar por una barra de sonido
- Excesiva dependencia del subwoofer: Uno de los puntos negativos de las barras está relacionado con sus reducidas dimensiones incapaces de albergar drivers de gran tamaño. Con suerte nos encontraremos woofers de 3 pulgadas que no son capaces de bajar para representar las frecuencias medio-graves, necesitando obligatoriamente un subwoofer adicional que cubra estas bandas. Esto hace además que debamos colocarlo muy cerca de la barra o de lo contrario el sonido final obtenido no será óptimo, como hemos visto en anteriores ocasiones.
- Menor fidelidad en frecuencias medio-graves: Derivada del punto anterior tenemos una menor capacidad para representar las frecuencias medio-graves, obteniendo en muchos modelos una falta o poca fidelidad en dicho rango y como consecuencia un sonido menos realista y convincente. Hay graves y puede que tengan buena pegada, pero fallan en los medio-graves haciendo que los efectos sean menos llamativos y las voces suenen mas "enlatadas" que en los sistemas de altavoces más grandes.
- Pobre imagen estéreo para música: La limitada longitud de la barra provoca que la imagen estéreo que ofrecen las barras de sonido no sea tan buena como la que nos proporcionan una pareja de altavoces que podemos separar más. Es cierto que las barras incluyen procesamiento para crear efectos de sonido envolvente y altavoces que apuntan a techo y paredes para simular un entorno más grande, pero el resultado sobre todo al escuchar música no puede competir con una buena pareja de altavoces estéreo.
- Dificultades para su colocación: Dependiendo de cómo tengamos el salón y del espacio disponible en el mueble o bajo la tele puede que una barra de sonido no sea para nosotros ya que instalarla en ocasiones puede ser complicado. También dependerá de cómo sea el pedestal de la pantalla, habiendo casos donde la tele queda tan cerca del mueble que la barra sobresale por encima cortando una porción de la imagen.
- Mayor obsolescencia programada: Entre las desventajas nos encontramos con que las barras de sonido son productos de uso muy concreto que sirven para una finalidad muy específica. Una vez que las sacas de ahí poco uso posterior podemos darle. Si por ejemplo sale un nuevo formato de sonido, un nuevo tipo de conector, función, servicio o simplemente en un futuro queremos usarlas como altavoz adicional de un sistema de cine en casa multicanal más grande, en general no podremos hacerlo salvo en contadas excepciones.
- Pobre imagen de sonido envolvente: Si lo que estamos buscando es recrear los efectos de sonido envolvente que hay en una sala de cine, las barras de sonido no son la mejor opción. Es cierto que hay modelos compatibles con pistas de audio multicanal e incluso con sonido Dolby Atmos, pero el efecto final conseguido está lejos del ofrecido por un sistema de sonido basado en altavoces sueltos. La cosa mejora con las barras que tienen altavoces extra para los efectos traseros, pero aún así juegan en otra liga inferior que los receptores AV más altavoces separados.
Una versión anterior de este artículo fue publicada en 2023.
Imagen portada | Klipsch
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