Tras décadas de evolución, el ecosistema inteligente de nuestro hogar se ha visto beneficiado con la llegada de las Smart TVs, televisores con funciones inteligentes integradas o añadidas por medio de dongles HDMI y set-top-boxes. Estos dispositivos nos permiten acceder a un amplio abanico de contenido online, desde servicios de streaming hasta juegos y aplicaciones de todo tipo. Sin embargo, a pesar de sus ventajas, muchos de estos dispositivos presentan un pobre rendimiento debido a las limitaciones en hardware y de sus sistemas operativos, además de la invasiva presencia de publicidad en su interfaz.
En este artículo hemos querido explorar las razones detrás de estas limitaciones y cómo afectan a nuestra experiencia de uso. El hecho de que exista una gran cantidad de televisores y dispositivos en el mercado hace que la experiencia pueda variar en cada usuario. Aunque generalmente, los televisores de gama de entrada y dispositivos multimedia más básicos son los que acaban ofreciendo el peor rendimiento, dispositivos que debido a su precio económico, suelen ser los que más se utilizan en los hogares.
Limitaciones en hardware que acaban empobreciendo el rendimiento
Uno de los principales desafíos que enfrentan los sistemas operativos en los televisores de gama baja es la falta de potencia en términos de procesador y memoria. Estos televisores suelen utilizar hardware más limitado para reducir costes en la producción de los mismos, lo que resulta en un rendimiento más lento y una menor capacidad para ejecutar aplicaciones y servicios exigentes. Como resultado, es común experimentar una interfaz entrecortada, tiempos de carga prolongados y posibles retrasos al cambiar entre aplicaciones o funciones.
La experiencia de uso acaba siendo una auténtica pesadilla cuando nos enfrentamos a televisores o dispositivos de gama de entrada, dándonos esa sensación de que el sistema operativo se le queda grande.
Tampoco ayuda el hecho de que existan sistemas operativos universales sin un ápice de optimización en base al modelo de televisor donde se ejecutan. Android TV o Google TV puede llegar a ser el sistema operativo que más facilidades y libertades ofrezca al usuario, sí, pero sufrirlo en un televisor o dispositivo limitado en prestaciones puede acabar siendo una tortura al navegar por los menús.
Excesiva publicidad en la interfaz
Además de las limitaciones de rendimiento, otro problema frecuente en los sistemas operativos de estos dispositivos es la excesiva presencia de publicidad en los menús. Los fabricantes y desarrolladores a menudo aprovechan estas plataformas para promocionar contenido patrocinado, lo que puede resultar en una experiencia de usuario molesta y frustrante. La publicidad en los menús puede ocupar espacio valioso en la pantalla, dificultar la navegación y distraer al usuario de su objetivo principal: disfrutar del contenido.
Con el paso del tiempo, la publicidad ha ido engrosando el espacio que ocupa en los principales sistemas operativos. Ejemplos muy claros los tenemos en Tizen OS de Samsung o webOS de LG, donde tal como vemos en las imágenes en versiones anteriores el usuario podía visualizar el contenido que se estaba reproduciendo mientras navegaba por los menús.
Ahora cuando presionamos el botón de 'Home' nos lleva a una sección dedicada aparte plagada de publicidad y sin posibilidad de ver en todo momento lo que tenemos en pantalla. Nuestros televisores se han transformado en completos escaparates.
Luego queda claro que las principales razones que han hecho empobrecer el rendimiento de nuestras Smart TVs son:
- El hardware limitado: procesadores y memorias extremadamente limitadas sobre todo en gamas de entrada.
- Nula optimización del sistema operativo para cada modelo de televisor.
- Actualizaciones que han desembocado a una peor experiencia de uso.
- Publicidad excesiva en la interfaz del sistema operativo.
Afortunadamente, existen formas de mitigar el impacto de la publicidad en los sistemas operativos de las Smart TVs, dongles HDMI y set-top-boxes, aunque algunos de estos métodos pueden no estar al alcance de la mayoría de usuarios, sobre todo porque requieren de cierto conocimiento y manejo.
Además de las limitadas opciones para desactivar los contenidos recomendados y publicidad en los sistemas operativos, una manera de desactivar la publicidad también puede ser la de utilizar técnicas de filtrado de DNS, las cuales bloquean los anuncios antes de que lleguen al dispositivo. Estos métodos varían según el sistema operativo y la marca del televisor, por lo que es recomendable consultar guías específicas para aplicarlos de manera efectiva.
También hay quienes invierten en hardware para eliminar de raíz toda la publicidad de sus dispositivos de casa, como puede ser el software de Pi-Hole instalado en una placa Raspberry-Pi. Estas soluciones pueden ayudar a reducir la intrusión publicitaria y a mejorar la experiencia de uso en general.
Si bien los televisores de gama baja presentan limitaciones en términos de rendimiento y publicidad, no ocurre lo mismo (al menos en lo que respecta al rendimiento) en los modelos de gama alta, donde los usuarios pueden obtener una experiencia mucho más fluida. Estos televisores suelen estar equipados con hardware más potente, como procesadores más rápidos y una mayor cantidad de memoria. Como resultado, el rendimiento mejora significativamente y las aplicaciones y servicios se ejecutan con mayor fluidez.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que incluso en los televisores de gama alta, la publicidad sigue siendo un problema. A pesar del mejor rendimiento general, los fabricantes a menudo mantienen la inclusión de publicidad en sus sistemas operativos. Esto puede ser especialmente decepcionante para aquellos que invierten en televisores más caros con la esperanza de obtener una experiencia libre de distracciones publicitarias.
Lamentablemente, parece ser la estrategia a seguir por las compañías con tal de ofrecer precios competitivos en el sector de las Smart TVs. Ni siquiera nuestros mandos a distancia están a salvo, con botones exclusivos para cada plataforma de streaming aunque no estemos suscritos a ellas. Hoy día es complicado alejarse de la publicidad en televisores a no ser que recurras a software open-source y modifiques gran parte del sistema operativo.
Escoger el dongle HDMI o set-top-box adecuado
No obstante, si el sistema operativo de tu Smart TV se te queda corto, un Chromecast, Fire TV y similares suelen ser buena opción para mejorar el rendimiento en televisores de gama baja, aunque te será igual de difícil desprenderte de la publicidad. Estos dispositivos se conectan al televisor y actúan como un sistema operativo independiente, ofreciendo un rendimiento superior al del software integrado en el televisor. Al optar por un dongle HDMI o un set-top-box de renombre, se puede obtener una experiencia más fluida y libre de las limitaciones inherentes a los sistemas operativos de los televisores de gama baja.
Si el usuario busca un rendimiento excelente en un televisor de gama baja y con la mínima interacción con la publicidad, es importante considerar la adquisición de dispositivos más completos como un Apple TV, NVIDIA Shield u otras opciones similares. Estos dispositivos presentan mejores prestaciones y ofrecen una experiencia mucho más fluida en términos de rendimiento y capacidad de ejecución de aplicaciones. Aunque implican una inversión adicional, pueden marcar una gran diferencia en la calidad de uso y disfrute.
Es por ello que, con la compra de un televisor de gama baja o de entrada, será muy recomendable acompañar esta compra con un dongle HDMI o set-top-box de tu preferencia. Lo mismo ocurre para televisores de gama alta con un sistema operativo limitado en contenido, como es el caso de las teles de Samsung, LG, Panasonic, Philips y más marcas con software propietario.
Imagen | Xataka
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