Con la electricidad estabilizada en precios altos, el gas y el gasóleo en máximos históricos y los importes de la leña tradicional o los pellets disparados con respecto a hace solo un par de años, calentar la casa los días de frío se vuelve todo un dilema sobre todo si no contamos con un presupuesto abultado.
Poner la calefacción por la mañana y dejarla todo el día encendida para tener una temperatura confortable es algo que puede salir bastante caro, por mucho que tratemos de aplicar los trucos de ahorro más habituales que ya hemos comentado por aquí en anteriores ocasiones.
Sin embargo, tenemos a nuestro alcance un recurso interesante que muchas veces no terminamos de explotar adecuadamente: combinar varios sistemas de calefacción para tener el mayor ahorro posible, siempre y cuando contemos con ellos en nuestra vivienda, claro.
Combinar equipos eléctricos con sistemas de combustión
La idea básica es aprovecharnos de que los precios de electricidad, si bien siguen muy elevados con respecto a años anteriores, no tienen estos valores altos todos los días de la semana ni en todos los horarios de cada día.
Hay días donde la electricidad suele estar mucho más económica (por ejemplo los fines de semana) y unos horarios valle (que no coinciden con los oficiales marcados por el Gobierno pero que están ahí) donde la diferencia de precio por cada kilovatio hora consumido puede llegar a ser menos de la mitad, incluso a veces hasta tres o cuatro veces más barato con respecto al importe en horas punta.
Es una situación que podemos observar sobre todo en la tarifa regulada o PVPC, pero también en las del mercado libre en el caso de tener tarifa con tramos horarios y que es posible comprobar consultando cada día el precio de la luz con los diferentes métodos disponibles que ya hemos comentado en anteriores ocasiones.
¿Cómo podemos ahorrar aprovechando estas horas donde la luz es más barata? Pues si contamos en casa con un sistema de calefacción eléctrico, ya sean por ejemplo radiadores de aceite, de resistencia convencional, compactos o mejor aún aire acondicionado con bombas de calor, podemos en primer lugar ajustar el mayor consumo de los equipos (por ejemplo el encendido para calentar la casa inicialmente) a las horas cuando el precio de la luz sea más reducido y subir la temperatura en dichas franjas de tiempo.
Lo más eficiente es aprovechar para encender y subir la temperatura un par de grados con respecto a la óptima conectando estos equipos eléctricos en las horas más baratas y apagarlos o bajar la temperatura en las horas más caras.
Muy bien, y cuando llega un día o una franja horaria donde el precio de la electricidad está muy caro, ¿qué hacemos? Pues en ese momento recurrimos a los sistemas de calefacción por combustible más convencionales que tengamos en casa, como gas, leña o pellets.
Para poder hacer esta transición de forma eficiente, lo que nos conviene conocer es cuánto nos cuesta cada hora que encendamos la calefacción con cada tipo de combustible y con la electricidad. Por ejemplo en el caso de la leña y los pellets es fácil hacer una cálculo rápido viendo cuántos kilos gastamos cada hora y trasladando estos kilos a euros.
En el caso de calefacción con gasoil o gas natural es más complicado, ya que es difícil averiguar el consumo medio de estos combustibles cada hora, pero podemos hacer una estimación con las facturas de años anteriores para averiguar la cantidad total gastada en un periodo concreto y trasladarla a los precios actuales que tengamos contratados.
De este modo la idea es cada día hacer una previsión de a qué hora nos convendrá más utilizar uno u otro sistema de calefacción en casa, logrando importantes ahorros a final de mes.
¿Es muy complicado de realizar? Pues no mucho, aunque hay que ser previsores y calcular antes los costes para tener en mente cuál es la cifra clave donde nos conviene uno u otro sistema de calefacción. Por ejemplo la idea sería hacer los cálculos de cuánto nos cuesta encender la calefacción con cada sistema de combustión con respecto al eléctrico y obtener un valor frontera para el precio de la luz por debajo del cuál usaremos los aparatos eléctricos.
Este valor dependerá de cómo de eficiente sea nuestro sistema de calefacción eléctrico, ya que no es lo mismo tener bomba de calor que radiadores de resistencia tradicionales. Por ejemplo, si hemos calculado que nuestra estufa de pellets nos cuesta 0,50 euros cada hora que está encendida y tenemos un par de radiadores eléctricos que gastan 3 kWh, la cifra frontera estará en unos 0,166 euros el kilovatio, ya que 0,166x3kWh nos sale esos 0,50 euros la hora que cuesta la estufa de pellets.
En mi caso, por ejemplo, tenemos en casa una estufa de leña tradicional y aire acondicionado con bomba de calor. Dependiendo del día y la hora vamos alternando, teniendo en cuenta que la estufa tienes que encenderla con antelación, tarda un rato y no se puede apagar ni encender pulsando un botón. Pero sí es posible con cierta planificación lograr un consumo energético más eficiente.
Los fines de semana que el precio de la luz suele estar mucho más barato habitualmente usamos los equipos eléctricos y entre semana, pues vamos viendo con antelación qué precio tendrá la electricidad al día siguiente y si sobrepasa el coste de la leña (cuando la luz sube de unos 0,30 euros kWh) entonces encendemos la estufa.
Imagen portada | Julian Hochgesang
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