Hace más de un año que se presentaba oficialmente Dolby Atmos para el mercado doméstico, un nuevo formato de sonido multicanal basado en objetos pensado para mejorar la fidelidad del posicionamiento en la escena sonora gracias a la incorporación de nuevos altavoces en la sala. Meses después llegaba DTS:X, la competencia directa de Atmos, también basado en objetos de sonido y con algunas funciones extra interesantes.
Los fabricantes de dispositivos se han ido apresurando en sacar equipos compatibles con uno o ambos sistemas. Sin embargo, nosotros como consumidores todavía no podemos sacar partido de ellos y esto hace que me pregunte si, a día de hoy, realmente merece la pena actualizarse.
Los contenidos llegan con cuentagotas
El principal escollo que tienen que resolver Atmos y DTS:X es el relacionado con los contenidos compatibles. ¿Para qué queremos un sistema que los soporte si no tenemos ninguna película con este tipo de sonido? Bueno, algunas hay, pero pocas y además la mayoría en inglés. Si quieres Atmos o DTS:X en castellano mejor espera sentado.
¿Hasta cuándo? Probablemente las distribuidoras estén esperando a que se implanten los formatos Blu-ray a 4K en el mercado para incluir en los discos el sonido Atmos y DTS:X como una novedad o extra más que debería animarnos a comprarlos. Creo que esto es un error, ya que el Blu-ray actual es perfectamente capaz de soportar los nuevos formatos y si se incluyera en los principales lanzamientos de este año (hay películas espectaculares de 2015 en cuanto a calidad sonora que deberían ser aprovechadas mejor) seguro que atraería más nuestra atención.
Hardware todavía caro e incompleto
Aunque este año hemos ido viendo como nuevos modelos de receptores A/V compatibles con los deseados formatos llegaban al mercado, la realidad es que la mayoría de ellos pertenece a las gamas medias-altas de sus respectivas marcas.
Si no tienes un presupuesto superior a los 600-800 euros para el receptor A/V probablemente te quedes fuera de Atmos, DTS:X o incluso puede que necesites un amplificador externo para manejar los canales extra.
También está el asunto de los altavoces. Los que se han ido vendiendo como compatibles con Atmos son incluso más caros de lo normal, a pesar de que en teoría podemos usar cualquier altavoz convencional que ya tengamos en casa.
Además, hay muchos casos en los que la compatibilidad con Atmos y DTS:X no viene de serie, sino que la logramos a través de una posterior actualización de firmware que muchos usuarios no saben o quieren hacer después de haberse gastado una fortuna en sus nuevos decodificadores.
¿Tengo que actualizarme hoy a Atmos y DTS:X?
Ahora es cuando viene la pregunta del millón: ¿Merece la pena actualizarse a los nuevos formatos? Pues depende. Depende del presupuesto que tengas, de dónde vivas y de cuánto estés dispuesto a esperar para amortizar el gasto.
Si cuentas con un presupuesto holgado y tienes un salón amplio con espacio en el techo para la instalación de nuevos altavoces o estás pensando en montar una sala dedicada para tener un pequeño cine en casa, entonces sí te merecerá la pena dejarlo todo listo para cuando empiecen a llegar los contenidos dentro de unos años. En este caso (que no suele ser el habitual) sí debes apostar por un nuevo receptor compatible con Atmos y DTS:X, dejar toda la instalación de altavoces hecha y así estarás listo de cara al futuro.
Si no dispones de tanto presupuesto pero estás pensando en renovar tu receptor A/V por otros motivos ajenos a los nuevos formatos (por ejemplo para que tenga conectividad con Internet, más potencia, etc.) también puede ser buen momento para comprar un modelo compatible con Atmos de entre las gamas medias del mercado.
Si por el contrario tu presupuesto es limitado y/o vas a tener dificultades para instalar nuevos altavoces en casa, de momento los nuevos formatos no son para ti. Pero no te preocupes, no te estás perdiendo mucho. Con un buen equipo 5.1 bien instalado y configurado disfrutarás de las nuevas películas que están por venir al máximo y podrás ir ahorrando para actualizarte dentro de unos 3 o 5 años, cuando probablemente se asienten los nuevos formatos. Además, te dará tiempo a aprender inglés para poder disfrutar de las pistas Atmos sin subtítulos.
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