Actualmente tenemos dos opciones rápidas, sencillas y relativamente baratas para mejorar el sonido de nuestros televisores: las barras de sonido y los equipos home cinema. Las primeras son una buena alternativa cuando estamos condicionados por el espacio aunque suelen tener poca calidad de audio sobre todo al reproducir música, debido a su escaso tamaño aunque se acompañen de un voluminoso subwoofer.
Los segundos suelen integrar amplificador, altavoces e incluso reproductor de medios óptico o digital y presentan claras ventajas para el usuario con poca o ninguna experiencia en configuración de sistemas de audio, ya que su instalación y puesta en marcha suele ser inmediata. Sin embargo, existe una opción más barata, siempre que podamos usarla: conectar una vieja minicadena al televisor.
Para muchos de los que nos iniciamos en el mundillo del sonido para cine en casa, la minicadena fue una de nuestras primeras opciones allá por los años noventa. En general ofrecen una potencia sonora suficiente para la mayoría de películas, series y programación convencional, con una calidad que puede llegar a ser mejor que la de muchas barras de sonido y kits home cinema con altavoces ridículamente pequeños.
Por eso, si tenemos una minicadena o cadena musical perdida en el trastero de casa, con altavoces de tamaño generoso (5 o más pulgadas para lograr un buen resultado) y que funcione correctamente, puede ser buen momento para darle una segunda vida, teniendo en cuenta varias consideraciones previas.
Conectividad y funcionalidades
Al ser equipos muy antiguos probablemente estaremos limitados por su conectividad y en general por entradas de audio analógicas por cable coaxial de tipo RCA. Si nuestra tele las soporta no hay problema, las usamos y listo. Si no, podemos tratar de conectarla directamente a la consola, reproductor de medios, Blu-ray, DVD, etc, que probablemente tengan una de estas salidas.
En algunos modelos de minicadenas de principios del año 2000 también puede que nos encontremos con conectores ópticos o coaxiales digitales. En ese caso los utilizaremos siempre que podamos, ya que nos darán mejor calidad de sonido. Para ello deberemos acceder al menú del televisor y pedirle que extraiga el sonido por estas salidas, aunque deberemos indicarle también que primero decodifique las pistas de sonido, ya que la minicadena no será capaz de hacerlo.
Uno de los inconvenientes de usar una minicadena antigua es que no contaremos con puertos HDMI, compatibilidad con ARC, conectividad WiFi, Bluetooth ni acceso a servicios de streaming musical. Por ello, si queremos por ejemplo escuchar los contenidos del móvil no podremos hacerlo de forma inalámbrica y deberemos recurrir al clásico conector jack de 3,5 pulgadas, en el caso de que nuestro modelo cuente con esta entrada auxiliar.
Formatos de audio limitados y sin acceso a la red local
Otro de los inconvenientes de reutilizar una cadena musical antigua es que probablemente no soporte los típicos formatos de archivo como Dolby Digital, DTS, Dolby Atmos y tampoco la reproducción de archivos MP3, WAV, FLAC ni ningún formato de los actuales que circulan por la Red.
Deberemos recurrir a la reproducción y decodificación de dichos archivos desde la fuente, es decir, desde el televisor, reproductor de DVD, Blu-ray, videoconsola o decodificador de TV y pasarle el audio ya decodificado a la minicadena.
Tampoco tendremos acceso a la red local de casa ni podremos acceder a los ordenadores, discos duros de red, NAS o similares que tengamos instalados en el hogar repletos de nuestra colección musical personal.
¿Puedo reutilizar los altavoces de una vieja minicadena?
También podemos valorar si desechar la parte electrónica de la minicadena, por ejemplo porque ya no funciona bien, falla algún canal o simplemente porque está obsoleta, pero quedarnos con los altavoces para conectarlos a la tele por medio de otro sistema de sonido como un nuevo amplificador o receptor AV. ¿Es posible reutilizarlos?
Pues depende. Depende de cómo sea la minicadena y sobre todo de si se encarga de gestionar la separación en frecuencia de los altavoces o de si éstos tienen filtrado pasivo integrado. ¿Filtrado de frecuencias?, ¿qué es esto?
La mayoría de altavoces son de dos o más vías, es decir, tienen por lo menos un driver para agudos y otro para graves-medios. Para que todo suene correctamente hay que enviar a cada driver el rango de frecuencias que le corresponde, con lo que hay que hacer un filtrado previo, ya sea de forma pasiva en el propio altavoz con un filtro formado por condensadores, resistencias y bobinas o con un filtrado electrónico activo.
Si en nuestra minicadena se optó por un filtrado activo insertado en la electrónica de la cadena probablemente no podamos reutilizar los altavoces, ya que a éstos llegan dos o más cables, uno por cada vía, y no tienen filtro pasivo interior, con lo que su uso en otro equipo de sonido es posible pero no fácil ni inmediato.
Se podría instalar un filtro interno pasivo ya montado que se ajuste a las impedancias y sensibilidades de nuestros altavoces, datos que probablemente tampoco conozcamos, por lo que el resultado de esta solución puede no ser óptimo. También es posible fabricar uno activo o usar un amplificador para cada vía, pero no es un proceso rápido, sencillo ni seguramente merezca la pena para aprovechar unos viejos altavoces que probablemente serán de gama media o media-baja.
En términos generales, si queremos poder reutilizar los altavoces de una vieja minicadena sin muchas complicaciones deberemos optar por lo modelos que cuenten con filtros pasivos ya instalados en su interior. Solo deberemos enchufarlos al nuevo sistema de sonido y empezar a disfrutar de la música.
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