Cuando llegaron al mercado las primeras pantallas LCD parecía que una de sus aplicaciones sería colgarlas en la pared para mostrar nuestras obras de arte favoritas a modo de cuadros convencionales. Sin embargo, este uso no ha tenido el éxito esperado en parte por problemas como la ocultación de los cables de alimentación y por los altos precios.
Acanvas quiere solucionar estos dos problemas (o por lo menos el de la alimentación) con una curiosa fórmula consistente en un cable oculto tras el marco que baja automáticamente cuando se queda sin batería para conectarse a la base de recarga que deberemos instalar en el suelo.
Se trata básicamente de una pantalla LED de 23 pulgadas a la que se le pueden acoplar diferentes marcos decorativos en sus extremos para simular que estamos ante la clásica pintura de toda la vida y que tiene conectividad WiFi, gracias a la cual enviaremos las imágenes desde el móvil.
Podemos elegir entre nuestras propias fotos o bien optar por utilizar la aplicación de la empresa denominada Art Stations, que accede a un servicio en streaming de imágenes de alta resolución con pinturas y fotos que podemos escoger al gusto y configurar para que vayan cambiando.
Tiene también un sensor de luminosidad que permite ajustar el brillo del panel de forma automática y que además sirve para programar la recarga de la batería cuando sea de noche. ¿El problema? Pues que según podemos leer en su página web, la capacidad de 6850 mAh da para unas 5 horas de funcionamiento, lo que obligará al cable a reptar por la pared varias veces al día si queremos tenerlo siempre encendido. Quizá un sistema de carga inalámbrica habría resultado más conveniente.
Precio y disponibilidad
Acanvas está buscando financiación en Kickstarter y pretenden empezar a distribuir unidades en diciembre de este año a partir de 499 dólares con un año de servicio de streaming incluido (que por separado costará 120 dólares).
Más información | Acanvas en Kickstarter
