Cuando alguien empieza a convertir su casa en un hogar inteligente, es habitual que entre las primeras compras estén las bombillas y enchufes conectados. Sin embargo, hay otros dispositivos smart no tan populares y menos intuitivos de entender, pero ya te adelantamos que son capaces de llevar la domótica a otro nivel: hablamos de los botones inteligentes. Si no tienes muy claro cómo funcionan y los usos más interesantes de los botones inteligentes, te recomendamos que sigas leyendo.
Qué es un botón inteligente
Robots aspiradores, smart TVs, stores motorizados, altavoces como los Nest o Echo, lavadoras con Wi-Fi, lámparas conectadas, termostatos smart, sensores de todo tipo... y sí, también botones inteligentes. Como su nombre indica, los botones inteligentes son un botón con conectividad, es decir, un interruptor conectado al ecosistema de casa. Y como tal, es el que permite activar cierta acción de la forma más simple: de forma física.
Claramente la sencillez es una virtud, pero tiene ciertas ventajas más allá de lo intuitivo de pulsar un botón, como es no necesitar cables ni de cámaras o requerir de tener un micrófono siempre a la escucha ante posibles órdenes de voz. Así, un botón inteligente es un dispositivo para accionar manualmente y a distancia determinadas rutinas, pasando así de encendido a apagado y viceversa (aunque los hay con más funciones vinculadas al doble toque, pulsación prolongada, giros).
A nivel de diseño, son esencialmente un pequeño gadget de plástico con un pulsador y conectividad, si bien hay otros más avanzados con varios pulsadores, LEDs informativos, iconos serigrafiados. Una buena forma de entender un botón inteligente es asimilarlo al interruptor de la luz, pero sin necesidad de que esté fijado a una pared. Los hay con un soporte para fijarlos a la pared, aunque puedes tenerlos a mano como si fueran un mando en miniatura y simplificado.
Aunque podemos encontrar modelos solo con Bluetooth o Wi-Fi, es habitual que se vinculen a través de un hub o puente que unifique dispositivos y conexiones. En cuanto a alimentación, el estándar es que cuenten con un compartimento donde albergan una pila (generalmente de botón), por lo que puedes olvidarte de cargarlos con frecuencia ya que su autonomía puede rondar el año de uso.
¿Cómo uso un botón inteligente?
Si pasas de sacar el móvil o de pedirle de viva voz a tu altavoz que haga algo, por ejemplo encender la luz de la lámpara del salón, quizás te interese dar el salto a un botón inteligente. Antes de lanzarte a la aventura de comprar un botón inteligente, la pregunta del millón es: ¿es compatible con mis dispositivos?
Lo primero es prestar atención a las especificaciones del producto para comprobar si soporta algunas de las principales plataformas, por ejemplo Amazon Alexa, Apple HomeKit, Google Home o Samsung SmartThings. Asimismo tendremos que fijarnos en la conectividad, ya que algunos requieren de un puente intermedio. Otros ofrecen una experiencia cerrada restringida a su marca.
Algunos ejemplos: los botones de IKEA como el TRÅDFRI solo sirven con los dispositivos IKEA Home smart y requieren de un hub para funcionar, el de Xiaomi se conecta mediante Zigbee a la aplicación Mi Home para los dispositivos de la casa, el botón inteligente de Tapo usa un hub para conectarse a su aplicación y dispositivos, lo mismo que hace el Hue Smart Button.
Así que es fundamental que elijas un botón inteligente compatible con la conectividad y productos que quieres controlar. Una forma de asegurarte es optar por aquellos de la misma marca.
Lo mejor que puedes hacer con un botón inteligente
Si no tenemos un botón inteligente, lo habitual en domótica es que ejecutemos acciones mediante órdenes de voz a nuestro altavoz inteligente, desde la aplicación del móvil o con sensores que detectan que un parámetro se encuentra dentro de un rango estipulado. Con un botón inteligente serás tú quien decida cuándo llevar a cabo una acción de forma manual, por lo que no necesitarás ni hablar ni entrar a tu teléfono.
Por tanto su misión es reproducir un comando que puedes ejecutar desde la aplicación o con un altavoz, con la ventaja de no necesitamos tener el móvil o el altavoz cerca ni tampoco el esfuerzo de abrir la app y buscar la acción determinada o esforzarnos para hablar y que nos entiendan (ojalá hablar con un altavoz fuera tan agradecido e intuitivo como hacerlo con una persona, pero a día de hoy no es el caso). Asimismo, puede ser útil para hogares domotizados donde no nos interesa que quien esté en casa tenga acceso total o queramos simplificar la experiencia a lo mínimo imprescindible, por ejemplo para mayores o un piso de alquiler vacacional.
- Para apagar, encender o cambiar intensidad/brillo de la iluminación de una bombilla, lámpara o las luces de toda una estancia.
- Para encender o apagar algunos dispositivos, por ejemplo para un ventilador, estufa o robot aspirador.
- Para controlar un enchufe inteligente como mando a distancia.
- Para subir o bajar persianas.
- Para poner en marcha la cafetera al despertarnos sin movernos de la cama, de modo que al llegar a la cocina tengamos el café listo.
- Para poner en marcha o detener la música.
- Activar de golpe una rutina: cambiar el comedor a un ambiente romántico, crear el escenario ideal para estudiar en tu oficina, preparar el dormitorio para dormir.
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