Desde que tenemos uso de razón hemos visto las grandes campanas extractoras de nuestra cocina como un elemento clave para eliminar los olores, la humedad del aire, el calor o la grasa generada por la combustión al cocinar nuestros alimentos. Este elemento es fundamental en nuestra cocina, y además, en anteriores ocasiones te hemos hablado sobre cómo puedes limpiar en profundidad la campana extractora para darle un mantenimiento adecuado.
No obstante, a pesar de que es el sistema más común para despejar el ambiente en nuestra cocina, no es el único método que existe en el mercado. En este artículo te vamos a hablar de un sistema que, si bien lleva unos cuantos años en el mercado, aún poca gente sabe de él. Hablamos de las placas de inducción con extractor integrado.
Menos ruido y más espacio para tu cocina
A pesar de que la campana extractora es la forma más común y eficaz de eliminar los olores y el humo que se genera de la cocina, los fabricantes también disponen de otro método para combatir los olores. Y es que desde hace un tiempo podemos encontrar también en el mercado placas de inducción con extractor integrado, lo que nos posibilita tener una cocina sin campana extractora.
Aunque la campana sea imprescindible en una cocina, optar por este método integrado significa eliminar el ruido molesto cuando el electrodoméstico está en funcionamiento, ganar mucho más espacio en la cocina y deshacernos de su limpieza, algo que a veces puede ser tedioso. Limpiar la campana es muy importante, ya que se trata de un aparato donde se pueden llegar a acumular muchos gérmenes y bacterias.
En la actualidad, son varios los fabricantes que han presentado modelos de placas de inducción con extractor integrado. Este elemento aúna la placa de cocción y la campana de extracción en un único electrodoméstico. Generalmente, las rejillas de ventilación se encuentran en la parte central, pudiendo absorber los vapores y olores fácilmente.
El sistema evita que el humo ascienda por las paredes y se cuele por las rendijas del extractor. Además, el extractor también hace la función de depósito de líquidos, pudiendo almacenar cualquier líquido que se nos haya derramado mientras cocinamos. También es común que tanto los filtros del extractor como el propio módulo se puedan lavar cómodamente en el lavavajillas, facilitando su mantenimiento y limpieza.
La incorporación de este tipo de placas de inducción da mayor libertad de diseño en una cocina al tener espacio extra cuando no se dispone de campana extractora. Existen placas de varios tamaños, generalmente de 60, 70 y 80 centímetros de largo. Además, el motor del extractor integrado es mucho más silencioso y eficiente, por lo que no tendremos ese ruido molesto de la campana acechándonos.
Este tipo de placas de inducción funcionan aún mejor en cocinas con isla, y algunos modelos presentan sensores para regular la potencia de absorción según la calidad del aire del momento, pudiendo además activar la extracción de forma automática.
Desde luego no es el remedio más económico, ya que este tipo de placas de inducción se encuentran en el mercado a un precio entre los 1.000 y 2.500 euros. Sin embargo, si lo que buscas es ahorrar espacio, obtener una cocina más silenciosa y deshacerte del mantenimiento de una campana extractora, esta alternativa es una de las más eficaces.
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