En nuestra rutina diaria, pocas cosas son tan esenciales como mantener una buena higiene personal. Sin embargo, a menudo subestimamos la importancia de mantener limpio el espacio donde comenzamos y terminamos cada día y esta zona de la casa tiene nombre y apellidos: el cuarto de baño.
Hemos visto que en la casa hay zonas en las que la suciedad se suele acumular. Espacios que pasan más desapercibidos, pero el baño sigue siendo la estrealla. Por eso, mantener esta área en condiciones impecables no solo es crucial para nuestra salud, sino que también tiene un impacto significativo en nuestro bienestar. Así que cualquier truco que colabore al respecto será bienvenido y eso es lo que logra este que nos ayuda a acabar con la mugre en muy poco tiempo.
Sólo para que brille
El baño es, ante todo, un lugar de higiene. Allí nos aseamos, lavamos las manos, cepillamos los dientes y cuidamos de nuestra apariencia personal. Sin embargo, este espacio también puede convertirse en un foco de bacterias y gérmenes si no se mantiene limpio de manera regular.
Según diversos estudios, los baños son uno de los lugares más contaminados de la casa, con una alta concentración de microorganismos patógenos que pueden causar enfermedades. De ahí que sea tan importante la limpieza regular del baño. Zonas que hay que limpiar y desinfectar, como el inodoro, el lavabo y la ducha. Algo fundamental para prevenir la propagación de infecciones.
Y aunque hay productos de limpieza adecuados, podemos tirar de un truco como este que deja el baño reluciente, como si fuese el de un hotel de cinco estrellas. Y ojo, porque lograrlo es muy fácil.
Para acabar con la suciedad acumulada en las paredes y otras zonas del baño podemos preparar una mezcla que se encarga de fulminarlo. Basta con buscar un pulverizador y rellenarlo con una mezcla de agua (una taza), media cucharada de vinagre y una cucharada de jabón líquido.
Con la mezcla hecha, hay que agitar para lograr una mezcla homogénea y luego pulverizar las zonas del baño que presentan la acumulación de sarro y suciedad. Si por ejemplo es la ducha, lo podemos hacer justo antes de ducharnos y dejar actuar la mezcla durante ese tiempo.
Pasados unos minutos, la combinación de vapor de agua de la ducha y de la mezcla que hemos pulverizado, se encargarán de despegar toda la suciedad incrustada en las paredes y otras superficies, ya sean de cerámica, barro o porcelana.
A partir de ahí sólo has de quitar los restos con un poco de agua (con la misma ducha) o pasando un trapo húmedo. Lograrás un baño que brilla como el primer día.
Vía | Minutoneuquen
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