Vuelta de vacaciones para mucho y regreso a las tareas cotidianas, en el trabajo pero también en casa. Y en este último lugar toca poner a punto para un nuevo año (el escolar) algunos de los electrodomésticos habituales y el congelador es uno de ellos.
Y es que vamos a explicar cómo poner a punto el congelador eliminando el hielo que se ha ido acumulando ahora que, con mucha seguridad, tendremos menos alimentos almacenados. Es el momento ideal para descongelar el congelador y así mantener su eficiencia y evitar la acumulación excesiva de hielo. Aquí tienes los pasos para descongelar un congelador de manera efectiva y segura.
Eliminar el hielo en 15 minutos
Puede que sea una de las tareas más odiadas, pero también una de las más necesarias: dejar el congelador en perfecto estado. Afortunadamente, hay un truco infalible que te permitirá descongelar el congelador en tiempo récord, haciéndolo mucho más fácil y rápido.
Con este método, te puedes olvidar de picar hielo o de esperar horas hasta que se derrita la capa acumulada. Es una solución eficaz para eliminar el hielo amontonado, lo que no solo mejora la eficiencia del congelador, sino que también ayuda a mantener los alimentos en condiciones óptimas de conservación.
Lo primero que debes hacer es desenchufar el frigorífico o congelador de la toma de corriente. Luego, guarda los alimentos en otro congelador o en neveras y recipientes especiales que mantengan las bajas temperaturas para evitar que se estropeen.
A continuación, calienta agua en una cacerola y, cuando comience a hervir, apaga el fuego y retírala. Coloca la cacerola con el agua caliente dentro del congelador y cierra la puerta. Solo necesitas esperar unos 15 minutos. Así, evitarás la larga espera que supone dejar que el hielo se derrita de manera natural, lo cual puede llevar varias horas o incluso toda una noche, dependiendo de la cantidad de hielo acumulado.
Al abrir el congelador, verás que el exceso de hielo ha desaparecido. El hielo se habrá derretido y solo quedará retirar el agua que se ha formado durante el proceso.
Para evitar que el agua se derrame y moje todo, es importante tomar algunas precauciones. Coloca paños, toallas o bayetas en la parte delantera del congelador antes de cerrar la puerta; así absorberán el agua que salga. Luego, tendrás que escurrirlas varias veces hasta que hayan absorbido toda el agua.
Aprovecha esta oportunidad para limpiar y desinfectar el interior del congelador. Utiliza una solución de agua tibia con vinagre o agua tibia con bicarbonato de sodio para limpiar todas las superficies. Asegúrate de enjuagar bien y secar completamente.
Vuelve a enchufar el congelador y enciéndelo. Ajusta la temperatura según tus necesidades y permite que se enfríe antes de volver a introducir los alimentos. Una vez que el congelador esté frío, vuelve a colocar los alimentos de manera organizada.
Con este truco puedes acabar con el exceso de hielo que se adhiere a las paredes del congelador, y de paso limpiarlo y liberarlo de malos olores o restos. Una operación de mantenimiento debe hacerse con una cierta periodicidad en el congelador para mantener su eficiencia energética. La frecuencia de descongelación necesaria puede variar según el modelo del congelador y la cantidad de uso, pero hacerlo al menos una vez al año es una buena práctica.
Foto de portada | Duskfall Crew en Unsplash
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