Uno de los problemas más comunes en el hogar se origina en la cocina, específicamente en el fregadero. Con el uso continuo y el paso del tiempo, es frecuente que se generen obstrucciones, y no hay nada más incómodo que tener que lidiar con la acumulación de residuos. Sin embargo, los fontaneros conocen un truco sencillo para resolver este inconveniente.
Las obstrucciones suelen producirse por la acumulación de restos de comida y grasas que se vierten por el desagüe. Estos residuos, al enfriarse, se solidifican y forman una capa pegajosa que atrapa otros desechos, creando tapones difíciles de eliminar y causando que el agua no fluya correctamente. Además, estos bloqueos generan malos olores. Aunque existen productos químicos específicos para desatascar, este truco casero es igual de efectivo y mucho más económico.
Sin tener que llamar al fontanero
Imagen de Rudy and Peter Skitterians en Pixabay
Con el tiempo, es normal que los fregaderos presenten problemas de atasco debido a la acumulación de residuos grasos, como aceites de cocina, mantequilla y restos de alimentos.
Estas sustancias, al enfriarse, forman una capa viscosa que facilita la acumulación de otros desechos, empeorando las obstrucciones. Además, los restos de comida que quedan adheridos a los platos y se deslizan por el desagüe se suman a la grasa, formando tapones que impiden el paso del agua. Por eso, es fundamental evitar verter este tipo de productos por el fregadero para prevenir futuros problemas.
El método de los expertos. Antes de llamar a un fontanero, puedes probar un truco que muchos expertos emplean para desatascar fregaderos. Esta técnica permite evitar la compra de productos específicos en el supermercado y se puede realizar con algo que ya tienes en casa: lavavajillas líquido. Muchos profesionales utilizan este método en lugar de productos químicos agresivos que podrían dañar las tuberías.
Para aplicar esta solución, vierte media botella de lavavajillas líquido por el desagüe, tapa el fregadero y llénalo con agua caliente. Para asegurarte de que el agua salga caliente de inmediato, abre el grifo de agua caliente previamente hasta que alcance la temperatura adecuada, ciérralo y luego echa el lavavajillas.
Cuando el fregadero esté casi lleno, retira el tapón y deja que el agua fluya de forma progresiva. La combinación del agua caliente y el lavavajillas ayudará a disolver la grasa acumulada que causa el atasco.
Imagen de portada | Rudy and Peter Skitterians en Pixabay
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