En casa somos dos, y el lavavajillas en muchas ocasiones tarda en llenarse. Sin embargo, hay una función que casi nadie conoce y que nos ayuda a utilizarlo gastando muy poca energía y también agua.
En hogares donde hay poca gente viviendo, como puede ser el caso de parejas o lugares donde vive una sola persona, el lavavajillas es un electrodoméstico que funciona de manera mucho menos frecuente. Pero eso no significa que los platos deban permanecer días antes de lavarse.
Se acabaron los platos sucios durante días
Puedes poner el lavavajillas a menudo. Al ser pocas personas en casa, muchas veces pensamos que no conviene poner en marcha el lavavajillas, y en cierta medida es verdad. No es recomendable usarlo si se emplea un programa clásico de lavado. Sin embargo, lo que mucha gente no sabe es que casi todos los lavavajillas modernos tienen una función especial que permite gastar menos agua y electricidad.
No me refiero al modo eco que muchos lavavajillas tienen, sino a la posibilidad de realizar un lavado con menos platos y utensilios de lo habitual.
Una función poco conocida de muchos lavavajillas modernos es la “media carga” o “carga parcial”. Esta función permite lavar una cantidad reducida de platos y utensilios sin necesidad de llenar completamente el lavavajillas.
Muchas personas creen que es necesario esperar a que el lavavajillas esté lleno para usarlo, pero la función de media carga ajusta el consumo de agua y electricidad a la cantidad de vajilla, haciéndolo más eficiente y económico cuando no tienes suficientes platos para un ciclo completo.
Además de contribuir al ahorro energético (al utilizar este programa ahorramos agua y electricidad), también evitamos la acumulación de utensilios sucios. Esto nos ayuda a mantener la cocina más ordenada al no acumular platos, vasos y cubiertos sucios durante varios días.
Que pasa si se acumula la suciedad
Guardar los utensilios de cocina sucios en el lavavajillas durante varios días antes de ponerlo en marcha para limpiar los platos, vasos y demás menaje, es algo que puede tener consecuencias importantes.
Lo más habitual es que se generen malos olores. Abrir la puerta del lavavajillas después de haberla mantenido cerrada con los utensilios de cocina sucios supone recibir un golpe de mal olor, causado por la mezcla de restos de comida y la humedad acumulada.
Esta combinación, además, puede impregnar el ambiente de la cocina y el interior del lavavajillas, lo que obligará a utilizar, con el paso del tiempo, productos o sistemas específicos para eliminar los olores acumulados.
No se trata solo del mal olor. Dejar los platos sucios durante días puede favorecer la proliferación de bacterias y hongos, lo que compromete tanto la higiene de los utensilios de cocina como la del propio lavavajillas.
A estos problemas se suma que los restos de comida se secan y se adhieren a los platos y utensilios, lo que los hace más difíciles de limpiar, incluso utilizando un ciclo normal de lavado.
Además, acumular platos y utensilios sucios puede provocar un mal funcionamiento del lavavajillas con el tiempo, debido a la acumulación de restos de comida que pueden obstruir los filtros y desagües, afectando su rendimiento e incluso dañándolo.
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