Si hay un ingrediente que prácticamente no puede faltar en ninguna cocina, es la patata. Este versátil tubérculo se utiliza de múltiples formas para preparar todo tipo de platos, desde la clásica tortilla de patatas (con o sin cebolla) hasta guisos y patatas fritas. Sin embargo, lo que no todo el mundo sabe es que la despensa no es el mejor lugar para guardar las patatas.
Es común tener patatas en casa como un recurso muy útil para preparar diversos platos, y es habitual comprarlas por kilos. No obstante, aunque muchos piensan que la despensa es el mejor lugar para almacenarlas, esta creencia es incorrecta.
Mantenerlas sin humedad y sin luz
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En la mayoría de los hogares, rara es la semana en la que las patatas no se usan como ingrediente en algún plato. Ya no se limitan solo a la tortilla de patatas o a las patatas fritas; cualquier guiso puede estar acompañado de este delicioso tubérculo que llegó desde América.
Debido a su alto consumo, es habitual comprar patatas en grandes cantidades, pero guardarlas adecuadamente no siempre es fácil. Muchas personas las almacenan en la despensa, pero este no es el mejor sitio. El motivo es que, al guardarlas allí, pueden brotar o, en el peor de los casos, pudrirse si hay un exceso de humedad.
Contrario a lo que se podría pensar, el mejor lugar para guardar las patatas es el frigorífico. Antes, se creía que esta práctica no era adecuada debido a ciertos informes que mencionaban riesgos para la salud. Al guardar las patatas en la nevera, se pensaba que podían formarse azúcares adicionales que, al freírse, asarse u hornearse, producirían acrilamida, una sustancia relacionada con el riesgo de desarrollar cáncer.
Sin embargo, según la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (Food Standards Agency, FSA), las patatas se pueden y deben almacenar en la nevera o en un lugar fresco y seco, como se indica en uno de sus informes: “Anteriormente aconsejamos a los consumidores que no guardaran patatas crudas en el frigorífico de casa, ya que se pensaba que esto podría provocar la formación de azúcares adicionales que luego podrían convertirse en acrilamida cuando las patatas se fríen, asan u hornean”.
Foto de Galileo Giglio
En un lugar fresco como el frigorífico, las patatas pueden mantenerse en buen estado durante un mes, el doble del tiempo que permanecerían en buenas condiciones en la despensa. No obstante, no vale cualquier lugar del frigorífico para almacenarlas.
“Un estudio reciente, que ha sido revisado por el comité sobre toxicidad de sustancias químicas en alimentos, productos de consumo y medio ambiente, ha demostrado que el almacenamiento doméstico de patatas en el frigorífico no aumenta materialmente el potencial de formación de acrilamida en comparación con el almacenamiento en un lugar fresco y oscuro”.
Para almacenar las patatas en el frigorífico de forma correcta, es recomendable envolverlas en un trapo seco o colocarlas en una bolsa de papel, una caja de cartón o una canasta que permita la circulación de aire, evitando así el exceso de humedad. No se deben usar recipientes herméticos ni bolsas de plástico, ya que pueden atrapar la humedad y provocar que las patatas se pudran más rápidamente.
Además, es importante almacenarlas separadas de las cebollas, ya que estas emiten un gas que acelera el proceso de maduración de las patatas. Si hay suficiente espacio, es aconsejable guardar las patatas separadas de otros alimentos para evitar el contacto y mantenerlas lo más secas posible.
Al guardar las patatas en la nevera, estamos asegurando un entorno fresco con una temperatura que oscila entre 4 y 10°C y con poca luz, lo que evita que las patatas se vuelvan verdes y amargas debido a la producción de solanina, una sustancia tóxica.
Por último, es fundamental revisar periódicamente las patatas y retirar aquellas que estén comenzando a brotar o pudrirse, ya que una patata en mal estado puede acelerar el deterioro de las demás.
Vía | OKDiario
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