Es posible que en alguna ocasión hayas escuchado ruidos misteriosos en la cocina. Y sin llegar a sospechar de fenómenos paranormales, lo cierto es que es bastante habitual y puede que te haya pasado. En mi casa ocurría algo parecido con el frigorífico.
Sospechábamos de una posible avería o del inicio de un fallo, por lo que decidimos llamar al servicio técnico. Tras una revisión, nos quedó claro que esos ruidos eran bastante normales. Por si te encuentras en la misma situación, aquí te explico el motivo.
Ruidos totalmente normales
Básicamente, el técnico nos explicó que se trataba de ruidos normales que raramente están relacionados con un problema grave en el frigorífico. De hecho nos puso este ejemplo. Cuando sacas hielo del congelador, cruje al entrar en contacto con la temperatura ambiente debido a un proceso normal llamado crepitar. Lo mismo sucede con el frigorífico, especialmente después de abrirlo.
En nuestro caso, los crujidos se debían a la expansión y contracción de los materiales plásticos y metálicos dentro del frigorífico, causados por los cambios de temperatura. Estos crujidos se hacen más evidentes cuando la temperatura en casa es extrema, como ocurre en invierno y en verano y hay más diferencia en grados con la temperatura a la que funciona el motor. Cuando el frigorífico se enfría o se calienta, los materiales pueden moverse y provocar esos ruidos.
Además, el técnico nos indicó que en algunos modelos, como el nuestro, que cuentan con un sistema de descongelación automática, este proceso puede provocar crujidos. Durante el deshielo, el hielo acumulado en el evaporador se derrite, y esto puede generar ruidos al caer o romperse.
También nos aclaró que otro foco de posibles ruidos y crujidos está relacionado con el funcionamiento del compresor y los ventiladores. Cuando el compresor arranca o se apaga, o cuando los ventiladores internos cambian de velocidad, pueden generarse sonidos que parecen “clics” o crujidos.
Además, el movimiento del gas refrigerante a través de las tuberías también puede causar algún tipo de ruido, aunque no tiene relación con los crujidos mencionados anteriormente.
Eso sí, aunque estos crujidos no suelen estar relacionados con un problema grave, si notamos otros fallos, como una disminución del nivel de enfriamiento o un ruido más fuerte de lo habitual, podríamos estar ante un indicio de un fallo o avería. En ese caso, es necesario contactar con el servicio técnico.
Foto de portada | Foto de Max Vakhtbovycn
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