Muchas veces vemos alertas sobre productos que pueden resultar perjudiciales para nuestra salud por contener algún tipo de componente peligroso. Es cierto que estamos acostumbrados a que, de vez en cuando, aparezca una noticia de este tipo. Pero el hecho de que sea algo relativamente habitual no evita que, con cada noticia que salte en los medios de comunicación al respecto, tengamos un pequeño sobresalto.
Eso es lo que ocurre con los resultados obtenidos en un estudio en el que se ha analizado el impacto del plástico negro, que se usa en una gran cantidad de elementos cotidianos: desde utensilios de cocina hasta juguetes para niños, pasando por envases de comida para llevar, bandejas para alimentos, y una gran cantidad de productos electrónicos. Un plástico negro en el que se han encontrado niveles alarmantes de retardantes de llama tóxicos.
Básico en dispositivos electrónicos
El estudio, publicado en la revista Chemosphere, cuenta con Megan Liu como autora principal y gerente de Ciencia y Políticas de Toxic-Free Future. En el mismo se afirma que han encontrado altos niveles de retardantes de llama (FR) tóxicos que se infiltran desde productos electrónicos durante el reciclaje. En cifras: “Se encontraron FR en el 85 % de los productos analizados, con concentraciones totales de FR que alcanzaron los 22 800 mg/kg”. El estudio, centrado en la Universidad Libre de Ámsterdam (Vrije Universiteit), se enfocó en plásticos negros, pero no hace mención a posibles contaminaciones en plásticos de otros colores.
¿Qué son los retardantes de llama? Para todo aquel que se haga esta pregunta, se trata de aditivos químicos que se añaden a los plásticos para reducir su inflamabilidad y hacerlos más resistentes al fuego. Son componentes que actúan modificando la combustión del material plástico, al interferir en la reacción química que produce el fuego, formando una barrera física para evitar la propagación del calor o generando gases que sofocan la llama.
Lo habitual es que se usen en aplicaciones y herramientas donde la seguridad contra incendios es crucial, como en productos electrónicos, muebles y componentes de vehículos. Durante el estudio, los investigadores hallaron niveles elevados de bromo en muchos productos, lo que indica la presencia de retardantes de llama bromados. “Los retardantes de llama bromados (BFR) son una clase de retardantes de llama particularmente preocupante debido a su toxicidad, persistencia y tendencia a bioacumularse”.
El "peligro" del reciclaje
El estudio reciente ha desvelado que los retardantes de llama más peligrosos que se han encontrado aparecen en carcasas de dispositivos electrónicos. Un problema que se magnifica al descubrir que los plásticos reciclados a partir de residuos electrónicos están contaminando otros productos de uso diario. De hecho, como ejemplo ponen una bandeja de sushi de plástico negro que contenía 11.900 partes por millón del retardante decaBDE, un tipo de PBDE (éter de difenilo polibromado).
Para el estudio, los investigadores sometieron a pruebas a más de 200 productos y utensilios de consumo en busca de bromo, un indicador clave del uso de retardantes de llama. Luego examinaron más de cerca 20 productos con los niveles más altos.
Hay riesgos para la salud, y aquí es donde entra nuestra preocupación, ya que estudios anteriores han vinculado niveles demasiado altos de PBDE en sangre con un mayor riesgo de muerte por cáncer. Además, citan que “los problemas de salud relacionados con los retardantes de llama (FR) incluyen carcinogenicidad, alteración endocrina, neurotoxicidad y toxicidad reproductiva y del desarrollo”.
A pesar de la prohibición por parte de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos en 2021 del decaBDE (éteres de polibromodifenilos), la sustancia se encontró en el 70% de las muestras analizadas, con niveles superiores al límite permitido en la Unión Europea.
El problema es lo que ocurre durante el reciclaje. La toxicóloga Linda Birnbaum recomendó evitar el uso de plástico negro para utensilios de cocina o juguetes debido a la posible contaminación con retardantes de llama fruto del reciclaje de productos de desechos electrónicos. Birnbaum destacó que es preocupante encontrar retardantes que ya no deberían utilizarse.
El Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental (NIEHS) señaló que estos retardantes pueden desprenderse de los productos y terminar en el aire, el polvo, los alimentos y el agua, aumentando la exposición de los seres humanos a estos contaminantes.
"Pueden filtrarse de los productos al aire y luego adherirse al polvo, los alimentos y el agua, que pueden ingerirse".
Como alternativa al uso de estos productos de plástico negro, los expertos ofrecen opciones como el uso de utensilios de acero inoxidable y evitar el uso de recipientes de plástico negro para calentar alimentos. Además, limpiar el polvo regularmente, lavarse las manos frecuentemente y ventilar los hogares pueden ayudar a disminuir la exposición a estas sustancias.
Más información | Chemosfere
Vía | CNN
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