Si contamos en casa con plantas en macetas, con un pequeño patio con vegetación o un jardín más grande, una de las cosas que hay que hacer periódicamente para mantener el esplendor de los vegetales es añadir algún tipo de fertilizante.
Podemos ir a un vivero o gran superficie y comprar un saco, pero también hay otras alternativas más baratas que además proceden del reciclaje de residuos cotidianos de nuestros hogares.
Y un claro ejemplo son los posos del café, una opción rentable y respetuosa con el medio ambiente frente a los fertilizantes tradicionales, puesto que presentan altos niveles de nutrientes beneficiosos para las plantas como nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y azufre.
Sin embargo, para usarlos correctamente como fertilizante no basta con esparcirlos de forma aleatoria por el jardín o las macetas. Es necesario tener una serie de cosas en consideración para maximizar su efecto beneficioso.
Cómo usar los posos del café para fertilizar las plantas
El primer error común al utilizar posos de café como fertilizante es usarlos cuando están mohosos. Si esto sucede contienen esporas que son perjudiciales para la salud, por lo que ya no se pueden utilizar para fertilizar.
Si notamos moho en los posos del café, lo mejor es tirarlos y solo se deben utilizar los que estén en perfectas condiciones, sin esporas de hongos, para que estos organismos no se propaguen por el suelo ni dañen o incluso maten la planta.
Otra cosa a tener en cuenta es evitar espolvorear los posos de café recién salidos del filtro, ya que si están húmedos suponen un problema porque pueden inducir la formación de hongos en ellos.
Así, primero hay que dejar secar los posos del café. Luego los mezclamos con un poco de tierra antes de usarlos. Esto mejorará la estructura del suelo porque lo enriquece con humus.
¿Cómo podemos aplicarlos más allá de echarlos sobre la tierra? Pues una opción es mezclar el café molido en un bol con agua y deja reposar durante unas 24 horas. Luego regamos las plantas deseadas al día siguiente con esta preparación.
Eso sí, hay que tener en cuenta que los posos de café pueden cambiar el valor del pH del suelo. Por ejemplo, si añadimos dos cucharaditas de café molido a un litro de agua dura, el valor del pH disminuirá.
Por eso los posos son adecuados principalmente para plantas que prefieren un ambiente ácido, como cítricos, hortensias, azaleas, petunias y camelias. Es mejor no utilizar posos de café en las plantas de interior y plántulas jóvenes a las que no les guste un pH bajo.
Finalmente, conviene tener en cuenta que esta alternativa no son fertilizantes propiamente dichos. Aunque contiene valiosos nutrientes no podemos considerarlos como un sustituto del fertilizante, sino más bien como un complemento.
Vía | Mein-schoener-garten
Imagen portada | Louis Hansel
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