Seguro que has oído hablar de Philips Ambilight. Es la propuesta de Philips que lleva años en algunos de sus televisores y que viene a mejorar la experiencia de visionado. Para ello se sirve de la emisión de luz desde los laterales del televisor sobre la pared que hay detrás, llevando la acción más allá de la pantalla gracias al uso de la iluminación LED inteligente. Todo lo que ocurre en la pantalla se reproduce en tiempo real en forma de luces.
Una función interesante, que aparte de atractiva visualmente, resulta cómoda, pues hace más agradable la visualización de contenido sin tener que contar con la iluminación de casa para que no afecte a nuestra vista. El problema es que es exclusivo de Philips y o compramos un televisor de la marca o no hay nada que hacer. Bueno, mejor dicho, si que se puede hacer algo y aunque el resultado no es el mismo, no queda nada mal.
Para buscar una alternativa en mi caso he optado por montar yo mismo un sistema de luz trasera en el televisor. Para ello he ido buscando en tiendas y he optado por el conjunto que pude encontrar en Ikea y que por unos 25 euros ofrece cuatro filas de luces LED y su correspondiente regulador manual (si se pudiera regular con el móvil sería perfecto).
Se trata de cuatro tiras de luces LED rígidas y un controlador por cable, no había por mando a distancia. Las cuatro tiras las he situado en la zona trasera del televisor y aunque queda feo, el lío de cables es importante, al ir pegado junto a la pared no se aprecian una vez instaladas.
Las tiras vienen con unas sujeciones adhesivas que cumplen su función sobradamente si bien debemos tener en cuenta el material de la trasera de nuestra tele, esto es, si es o no poroso o rugoso, pues en ese caso puede que no agarren como debieran. Si es así podemos ayudarnos de fixo adhesivo de doble cara que podemos comprar en cualquier papelería con la precaución de que al quitarlo tendremos que esmerarnos para eliminar los restos de adhesivo.
En mi caso el televisor tiene 55 pulgadas por lo que he procedido a instalarlas lo más pegadas posibles a los extremos, todas con la misma distancia al exterior. Y dado que en un lateral trasero, aparecen algunos controles, me he visto obligado a desplazarlas algo más adentro. El efecto no obstante no se aprecia.
Una vez he pegado las cuatro tiras LED las he conectado a la unidad central que se encarga de gestionar la coordinación entre ellas. Esta la he pegado en la zona inferior de la tele. Es un aparato del tamaño de una caja de cerillas a la que se unen las conexiones de las cuatro tiras LED y del que sale el cable al mando.
El mando lo he colocado junto a la tele, en la zona inferior, de forma discreta y ayudado por un poco de adhesivo sobrante. De esta forma al usar la _ckick wheel_ que posee para gestionar los colores no se mueve. Debemos tener la precaución de tener una toma de corriente cerca, pues del mando sale un cable con un pequeño transformador (similar al de un móvil) que se encarga de enviar la corriente a las luces.
Una vez enchufado, sólo debemos encenderlo y seleccionar la iluminación que más nos interese en cada momento. No se adapta de forma automática a lo que se muestra en pantalla como en el caso de los televisores Philips, si bien cuenta con un modo que permite que de forma aleatoria las luces vayan cambiando cada X tiempo de color.
A falta de una opción con mando a distancia o que se pueda por ejemplo, controlar desde el móvil, puede que por 25 euros resulte una forma interesante y económica de darle otro aire a nuestro salón de camino que ayudamos a nuestra vista a no ser forzada mientras vemos la tele a oscuras.
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