Caldera de gas, gasóleo, radiador eléctrico, estufa de butano o parafina: esta es la calefacción que gasta menos

Caldera de gas, gasóleo, radiador eléctrico, estufa de butano o parafina: esta es la calefacción que gasta menos

Son sistemas menos avanzados que las bombas de calor y menos eficientes, pero todavía instalados en muchas viviendas actuales

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A la hora de apostar por un sistema de calefacción para el hogar, diferentes estudios muestran cómo actualmente las bombas de calor y los sistemas de biomasa como los pellets son los más económicos gracias a su alta eficiencia energética.

Sin embargo, no todos los hogares contamos con uno de estos equipos en casa, sino que más bien la mayoría dispone de otras tecnologías más antiguas que han estado con nosotros durante años dándonos calor y que probablemente queramos saber cómo son en relación a estos sistemas de última generación.

Es el caso de las clásicas calderas de gas o gasóleo, los radiadores eléctricos, estufas de butano, propano o parafina. ¿Cómo se comportan estas tecnologías y qué costes tienen en el uso diario?

En este sentido, la OCU cuenta con un interesante estudio en el que analizan los costes anuales de utilizar a diario los tipos de calefacción más habituales para una vivienda de 90 m2 en una región fría (zona climática D) y han llegando a varias conclusiones interesantes.

Caldera de gas de condensación y de gasóleo

Technology White Ceiling Lighting Heat Product 741368 Pxhere Com Imagen: PxHere

Las calderas de gas son dos una de las tecnologías más habituales en España, ya que según la Organización hasta un 35% de los hogares calientan y se abastecen de agua caliente con ellas, aunque hasta un 60% no serían de condensación sino convencionales.

Se trata de aparatos válidos para viviendas situadas en zonas frías, eficientes puesto que tienen hasta un 110% de rendimiento y con un coste anual estimado que ronda los 308 euros al año (dato para invierno de 2023), aunque esta cantidad varía mucho en función del precio del gas. Como inconveniente tenemos la necesidad de contar con un suministro de gas canalizado hasta casa y unos costes de instalación que resultan más elevados que otras opciones.

Las calderas de gasóleo son otra alternativa instalada en muchas viviendas españolas, aunque su uso ha ido en retroceso en las últimas décadas. Sigue siendo habitual en viviendas  aisladas sin acceso a gas natural, son duraderas y rápidas a la hora de  calentar.

Como contrapartida tenemos que son mucho más contaminantes,  necesitan de un depósito grande para almacenar el combustible y el precio de este ha crecido mucho en los últimos años, llegando a costar unos 932 euros al año para la vivienda típica de 90 m2.

Radiadores y calefactores eléctricos

Cold Winter Light Building Steel Ice 816632 Pxhere Com Imagen: PxHere

Su funcionamiento es el más sencillos de todos, ya que trabajan haciendo pasar una corriente eléctrica por una resistencia para generar  calor, aunque a costa de una baja eficiencia energética.

Son adecuados para segundas viviendas o como sistema auxiliar en una casa que ya cuente con otro método de calefacción, ya que requieren de una inversión inicial reducida y son sencillos de instalar. Sin embargo,  son mucho menos eficientes que las bombas de calor y podemos llegar a gastar unos 1.174 euros al año con radiadores clásicos o unos 1.067 euros en el caso de usar acumuladores, no llegando a ofrecer la misma sensación de confort si la vivienda es grande.

Una versión mejorada de los radiadores simples son los de aceite o los que cuentan con fluidos de alta inercia térmica, pensados para funcionar más tiempo y con mayor capacidad calorífica. Sin embargo, su eficiencia energética apenas mejora un 30% con respecto a los básicos, por lo que el coste de usarlos sigue siendo elevado.

Estufas de butano, propano o parafina

Estas estufas en general portátiles y de barata adquisición, funcionan básicamente quemando gas o parafina como combustible calentando el aire a su alrededor. Aportan un calor agradable, no consumen electricidad y son muy potentes, pudiendo calentar habitaciones grandes con facilidad.

Sin embargo, emiten CO2 y otros contaminantes, como anhídrido carbónico, por lo que solo deben utilizarse en estancias bien ventiladas. Su gasto por hora es elevado y puede superar los 0,453 €/h en el caso del gas o los 0,92 €/h en el caso de la parafina.

Otra opción menos utilizada son las llamadas estufas halógenas, que distribuyen el calor por la radiación de infrarrojos emitida desde sus tubos halógenos. Estas se calientan muy rápido y pueden enfocar el calor hacia donde están orientadas.

Sin embargo, pierden mucha eficacia a una corta distancia, solo están  recomendadas para habitaciones pequeñas y su gasto por hora también es  elevado y puede rondar los 0,276 €/h.

Imagen portada |  PxHere

En Xataka Smart Home | Este es el sistema de calefacción más económico que conviene tener en pisos y chalets hasta el año 2040, según la OCU

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