A la hora de producir nuestra propia electricidad en casa las placas o paneles solares fotovoltaicos se han puesto de moda en los últimos años, siendo capaces de aprovechar la luz del sol para alimentar nuestros equipos y electrodomésticos, aunque con un coste inicial relativamente elevado si queremos gran potencia.
Entre los muchos factores que conviene tener en cuenta a la hora de poder tener esta tecnología en casa tenemos el de la instalación, ya que necesitamos un espacio apropiado en tejados, azoteas, patios o jardines para ubicar los pesados paneles.
Y es justo en este punto donde una empresa de origen vasco llamada Landatu Solar quiere ayudarnos a hacer las cosas más fáciles gracias a Landblock, un curioso producto que permite simplificar el proceso de instalación de las placas solares en superficies planas.
Instalando las placas con lastre de agua
En una entrevista publicada en El Español, los responsables del invento lo definen como "un soporte para paneles solares lastrado por agua u otros materiales como arena, grava u hormigón que se puede utilizar en cubiertas o superficies planas".
La intención tras este producto es abaratar la instalación y según afirman reducir hasta en un 40% el tiempo que se necesita para llevarla a cabo, ya que los soportes Landblock son ligeros, cómodos de transportar y fáciles de instalar.
El invento resuelve el tradicional problema de necesitar soportes de gran peso fabricados en hormigón o acero para anclar las placas solares en superficies planas, además de los inconvenientes de realizar perforaciones en lugares como azoteas, que con el paso del tiempo pueden dar lugar a filtraciones de agua.
Además, según sus creadores Landblock permite abaratar las labores de transporte y montaje, ya que los soportes se pueden apilar de forma sencilla y gracias al material con el que están fabricados, HDPE (polietileno de alta densidad), cada uno pesa solo tres kilos sin lastre.
Una vez colocado en su ubicación definitiva, por ejemplo en una azotea, es hora de introducir el lastre en su interior, que puede ser por ejemplo agua, ofreciendo en ese caso un peso de 56 kilos que puede incrementarse hasta los 100 kilos si se opta por otros materiales como la arena.
De esta forma y según comentan sus creadores, no son necesarias grúas o plumas para la subida a cubiertas, y "un operario las puede manipular, subir a cubierta en un ascensor, escaleras o montacargas de bajo peso, con el ahorro en el coste de su manipulación",
Además, afirman que el tiempo de montaje también se reduce considerablemente entre un 25 y un 40%, y el invento es compatible con la mayoría de placas solares del mercado con tamaños de entre 1040 mm y 1170 mm.