Aunque hayamos postergado todo lo posible el encendido de la calefacción, a estas alturas del año, con borrascas como Ciarán con bajadas drásticas de la temperatura, lluvias y vientos, ya es prácticamente inevitable. Tengas el sistema de calefacción que tengas, recuerda que es fundamental realizar un buen mantenimiento para mejorar la eficiencia y no malgastar. Entre los sistemas de calefacción más económicos se encuentran la bomba de calor y las estufas de pellets, pero las chimeneas de leña y estufas, de gran popularidad en entornos rurales, también son una opción a tener en cuenta. Pero no son perfectas: en cuanto te alejas de ellas, la temperatura baja y sientes el frío. Sin embargo, la física tiene la solución: el efecto peltier.
Si no tienes muy claro qué es el efecto Peltier y cómo puede ayudarte con tu caldera o estufa de leña, en este artículo te contamos cómo funciona y cómo puedes aplicarlo desde ya en tu hogar.
Qué es el efecto Peltier
El efecto Peltier nace en el siglo XIX aplicado a la electricidad y, de forma resumida y simplificada, consiste en crear una diferencia de temperatura (como consecuencia, una transferencia de frío o calor) gracias a un voltaje eléctrico, concretamente gracias a la unión entre dos conductores eléctricos cuando una corriente pasa a través.
Como consecuencia, es posible transmitir el frío o el calor de un aparato a otro sin necesidad de consumir energía. Así, uno se enfría y otro se calienta. De forma algo más técnica, el efecto termoeléctrico Peltier radica en cómo los electrones se desplazan por los materiales conductores como respuesta a la corriente eléctrica. En función de la dirección de la corriente, pueden servir tanto para enfriar como para calentar, de modo que esta variación está controlada. Ahora veamos su aplicación práctica.
El efecto Peltier al rescate del principal problema de las chimeneas y estufas
Como adelantábamos en la intro, uno de los grandes problemas de las chimeneas de leña o estufas es que cuando estamos cerca la sensación de calor y confort es elevada, pero en cuanto nos alejamos, la temperatura desciende notablemente. En resumen, que el calor de las chimeneas y estufas es poco uniforme, lo que se traduce en que la temperatura baja drásticamente con la distancia.
Ahora es cuando el efecto Peltier vuelve a escena. Para tratar de solucionar este gran problema de las estufas de leña y chimeneas, se ha inventado un ventilador específico para estos sistemas calefactores cuya misión es distribuir el calor mejor, de modo que el mismo calor recorre más espacio al favorecer la circulación del aire, mejorando así su eficacia. De este modo, la sensación de confort llegará a más zonas, por lo que no tendrás que tener encendido más tiempo del necesario.
Se trata de los módulos Peltier o enfriadores termoeléctricos, dispositivos relativamente baratos. En esencia, son una especie de ventilador en contacto con la superficie caliente de la estufa, lo que le permite ponerse en marcha cuando esta alcance cierta temperatura.
Aunque su aplicación resulta de lo más interesante en este escenario y no consumen electricidad, cabe resaltar que presentan ciertas limitaciones en cuanto a eficiencia energética, su capacidad para mover flujos de calor y su rendimiento depende considerablemente de los materiales empleados en su construcción. Así, los más convenientes son aquellos que aúnen buenas propiedades eléctricas y térmicas, como por ejemplo el aluminio.
Salvando las distancias, es algo que puede hacerse de forma rudimentaria con un ventilador y un sistema de aire acondicionado, lo que permite mejorar su alcance. De hecho, esto nos da una pista de cómo podríamos mejorar la distribución de calor procedente nuestra chimenea o estufa con aparatos que tenemos por casa: colocando un ventilador cerca, aunque en este caso, gastando la electricidad del ventilador, baja por otro lado.
Portada | Foto de Hayden Scott en Unsplash