Los teclados inalámbricos tienen el inconveniente de que tenemos que andar cambiando las pilas de vez en cuando, dejándonos en ocasiones tirados con la palabra en la boca (o mejor dicho en los dedos).
¿Y si tuviésemos un teclado capaz de alimentarse con la energía de nuestras pulsaciones? Ese es justo el propósito del prototipo que están desarrollando en el Instituto Tecnológico de Georgia, que según sus inventores es capaz de usar la electricidad estática de nuestros dedos.
Está compuesto por cuatro finas láminas de diferentes plásticos y la última de todas, la que tocamos, está construida con un polímero FEP que recoge las cargas electrostáticas de nuestra piel y las transforma en electricidad por medio del efecto triboeléctrico.
Además, sus creadores están trabajando en un sistema de reconocimiento de pulsaciones que permita identificar al usuario por su forma de teclear, logrando así un método más de autenticación complementario al uso de contraseñas.
Por el momento se trata sólo de un prototipo, pero la idea de tener un teclado totalmente autónomo que no necesite ningún tipo de fuente de energía adicional y que se pueda mojar, ya que además no tiene partes móviles, resulta de lo más atractivo. y seguro que llama la atención de los fabricantes.
Más información | Georgia Tech
Foto | Rob Felt
Ver 1 comentarios