Conectar un ordenador portátil o PC al televisor es algo muy frecuente en las casa. Generalmente hacemos uso del HDMI, el estándar que más se utiliza en este tipo de dispositivos para transferir señales de audio y vídeo. Si estáis familiarizados en el mundo del PC gaming, el DisplayPort es otra de las conexiones más utilizadas, pudiendo sacar el máximo provecho a nuestro monitor.
Hay otros estándares y conexiones que también sirven para mandar la imagen y el audio de un equipo a otro. Hoy vamos a hablaros de cómo hacerlo por USB-C y qué ventajas tiene esto.
Qué es el USB-C y diferencias entre conector y protocolo/interfaz
USB Type C, de Tipo C, o simplemente USB-C, es un tipo de conector ovalado y simétrico muy utilizado en la actualidad en smartphones, tablets, y distintos equipos informáticos y aparatos electrónicos variados. En la gran mayoría de casos se utiliza para la carga de dispositivos, aunque su gran versatilidad permite que este tipo de conector también se pueda utilizar para transferir señales de audio y vídeo.
Para conocer si un equipo está preparado para enviar la imagen y audio de su panel a otro dispositivo a través de USB-C, hay que entender bajo qué tipo de protocolos funciona el conector en el equipo que pretendemos utilizar para transferir la señal. De esta manera, el USB-C puede operar bajo los protocolos de USB 3.1, DisplayPort 1.2 y 1.4, y Thunderbolt 3, además de los recientes USB 3.2, 4.0, DisplayPort 2.0 y Thunderbolt 4. Sí, indudablemente es un lío, por eso hay que diferenciar entre conector y protocolo o interfaz. En este caso, el USB-C es el tipo de conector, mientras que su operabilidad se puede regir bajo todos los protocolos mencionados.
Cómo saber qué modos son compatibles en mi puerto USB-C
La interfaz que nos interesa a nosotros para poder conectar nuestro PC al televisor a través del conector USB-C es DisplayPort o Thunderbolt 3 y en adelante. Estos protocolos permiten transferir la señal de audio y vídeo de nuestro ordenador al televisor. ¿Pero cómo podemos averiguar bajo qué protocolos funciona el puerto USB-C que tiene nuestro portátil? Muy fácil, solo hay que fijarse en el logo que aparece al lado de este puerto físico en el PC, el cual puede manifestarse en tres tipos.
- Thunderbolt 3 o 4: El logo que aparece al lado del puerto es el de un rayo. Esto significa que nuestro PC es capaz de transferir señales de audio y vídeo con un ancho de banda máximo de 40 Gbps.
- DisplayPort: Si el logo que aparece al lado del puerto USB-C es el mismo que el que se utiliza para el protocolo DisplayPort (una especie de 'D' con una 'P' en su interior), entonces nuestro puerto USB-C puede operar en 'Modo alternativo', lo que nos permite también transferir señales de audio y vídeo. Si la versión del protocolo es DisplayPort 2.0, el ancho de banda máximo es de 80 Gbps (32,4 Gbps si es DP 1.4).
- USB 3.1 en adelante: Si el icono que nos aparece al lado del puerto USB-C es el mismo que el del propio protocolo USB, o aparecen las siglas 'SS', nuestro puerto únicamente valdrá para cargar dispositivos, y por tanto no podrá enviar señales de audio y vídeo.
Ventajas de conectar el ordenador a nuestra tele por USB-C
Utilizar el puerto USB-C en vez del HDMI o DisplayPort nos puede servir para varias razones. Una puede ser el hecho de que queramos conectarle un Dock para ampliar nuestras conexiones y que no haga cuello de botella. Otra razón perfectamente válida es que no estemos satisfechos con la resolución máxima y frecuencia de la señal a través del HDMI, pues en según qué portátiles, este puerto se conecta a la tarjeta gráfica integrada del ordenador, y no a la dedicada (específica para jugar o para tareas de renderizado más exigentes), limitándose a la señal máxima compatible por la gráfica integrada del procesador desde un HDMI.
Si conectamos nuestro equipo al televisor por medio de un puerto USB-C en 'Modo alternativo' (Thunderbolt o DisplayPort), podemos aprovechar ese incremento en ancho de banda para alcanzar resoluciones funcionando a mayores frecuencias. Eso sí, habría que hacerlo con un adaptador para pasar de USB-C a HDMI o a DisplayPort, dependiendo de las conexiones que incluya nuestro televisor.
Por último, otro supuesto válido es porque no nos queda otra y nuestro portátil no incluye puertos HDMI ni DisplayPort, dependiendo únicamente de puertos USB-C. Este caso suele ser más común para equipos de diseño ultra delgado.