A a la hora de reproducir nuestros contenidos musicales favoritos todavía hay quien sigue usando equipos de sonido a la antigua usanza, como una cadena musical, reproductores de sobremesa dedicados, barras de sonido e incluso una Smart TV.
Pero cada vez hay más usuarios de altavoces inteligentes y sistemas que ponen al smartphone como centro principal del ocio acústico del hogar.
Y en este contexto ha sido Yamaha la que nos ha sorprendido con una curiosa iniciativa en la que han tratado de mostrar cómo los equipos de sonido ligados a móviles podrían alcanzar una simbiosis todavía más íntima que la que tienen ahora, con una serie de dispositivos a modo de prototipos que integran diferentes tecnologías e ideas absurdamente geniales.
El móvil como disco de vinilo digital
El que más llama la atención en un primer vistazo es sin duda TurnT, un sistema de "tocadiscos digital" que realmente no reproduce los contenidos almacenados en un disco de vinilo analógico, sino que usa al teléfono móvil como excusa para simular dicha reproducción.
Se trata de una especie de caja que emula a un giradiscos, con su brazo móvil y todo, pero en lugar de plato giratorio donde colocar el disco de vinilo tenemos un espacio para situar al móvil. Éste, a través de una aplicación en la que podemos seleccionar el disco o tema que queramos reproducir, comienza a simular el giro de un disco.
Ahora es cuando el usuario sitúa el brazo con una supuesta aguja, que lleva en realidad una punta de tipo stylus en el extremo, sobre el smartphome y la música empieza a sonar como por arte de magia.
Se puede cambiar de canción bien seleccionando en el móvil otro tema o bien colocando el brazo en otra posición sobre el disco de vinilo virtual. ¿Útil? Pues parece que más bien poco, pero hay que reconocer que es de lo más curioso e interesante.
Dar cuerda al reproductor de MP3 y velas musicales
Otra de las propuestas de Yamaha es Winder, un curioso sistema de caja musical del siglo XXI al que damos cuerda con una gigantesca llave que se encuentra en un accesorio de madera y que se comunica a su vez con el móvil de forma inalámbrica.
La idea es sencilla: la reproducción de la canción en el equipo de música conectado al teléfono suena mientras el dispositivo de control siga teniendo cuerda. Cuando se acaba dicha cuerda analógica se apaga la música automáticamente. Es, por así decirlo, como un temporizador analógico-digital de lo más sorprendente.
¿Algo todavía más raro? Pues sí, MusicLight, un sistema que activa la reproducción musical en el móvil (y suponemos que también podría llevarse a cualquier sistema con conexión inalámbrica) por medio de una vela. Sí, de una vela en formato mini que debemos colocar en un receptáculo capaz de detectar cuándo está encendida.
Al comenzar a iluminarse la vela porque la hemos encendido, el receptáculo inteligente manda una señal al móvil para que comience la reproducción del contenido seleccionado. Cuando se termina la mecha se envía la orden de parar y el reproductor se queda en silencio. Es otra forma de temporizador que bien podría complementarse con un reloj de arena.
Por último, la marca ha mostrado un curiosísimo metrónomo analógico llamado RhythmBot con muy diferentes formas y tamaños que se comunica con el móvil de forma inteligente marcando el ritmo e incluso coordinándose entre sí con otros metrónomos para crear un conjunto musical que nos acompañe mientras practicamos en casa. Por el momento hay cuatro modelos diferentes, pero son de lo más llamativo e inspirador.
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