A la hora de configurar el apartado sonoro de nuestros nuevos televisores, consolas, reproductores de medios físicos y de streaming seguro que os habéis encontrado con un apartado en el que ponía algo del estilo a: "salida de audio Bitstream, Passthrough, PCM o Decode".
Los dos primeros términos hacen referencia al mismo concepto de paso directo de la señal sonora, sin modificar ni alterar de ningún modo y con su codificación y formato original. Por ejemplo si tenemos una pista Dolby Digital o Dolby Atmos la enviaremos tal cual está almacenada en el medio óptico o según viene del streaming, con su número de canales original.
Los otros dos términos (PCM y Decode), aunque no son lo mismo, en este contexto también se refieren al mismo concepto de decodificación de la pista de sonido para su envío posterior en formato PCM al sistema que va a reproducirla. Esto asegura la compatibilidad, ya que será interpretada sin problemas por cualquier equipo, aunque en la mayoría de los casos estaremos limitados a sonido estéreo o 2.0, salvo algunas excepciones donde es posible enviar PCM multicanal. ¿Cuál es mejor, cómo tengo que configurar mis equipos para tener la mejor calidad sonora?
A continuación vamos a ver los casos de uso más habituales, pero ya os adelanto que en general, siempre que contemos con un sistema de sonido externo conviene usar el "Bitstream" también llamado por muchos fabricantes como "Passthrough" o "Paso directo", ya que es el único que nos permite sacar la señal de audio multicanal sin tocar ni modificar de ningún modo para que la decodifique la barra de sonido, amplificador, receptor o televisor. Pero vayamos por partes.
Desde Reproductores externos y consolas hacia la tele
El caso más habitual es que tengamos reproductores externos o consolas conectados a la tele y queramos configurar en éstos la salida de audio. Si nuestro televisor puede decodificar los formatos que vamos a enviarle, entonces es conveniente que utilicemos Bitstream.
Esto será generalmente posible en algunos de los modelos más avanzados del mercado, característica que podremos consultar en cada manual de instrucciones concreto para saber si son compatibles con Dolby Digital, DTS, Dolby Atmos, etc.
No obstante, la tendencia en los últimos años pasa porque algunos fabricantes de televisores mantengan su apuesta de compatibilidad con Dolby Digital y sus evoluciones, pero hayan desechado la capacidad para trabajar con los formatos derivados de DTS, como DTS-Master Audio y por supuesto DTS:X, lo que no nos permitirá mandar el audio en modo de paso directo.
Por ello, si nuestro televisor no soporta la decodificación de dichos formatos, entonces deberemos pasarle la señal de sonido desde el reproductor o consola ya decodificada en formato PCM, teniendo así sonido que la tele sabrá interpretar y reproducir por sus altavoces.
En este caso lo habitual es que perdamos las capacidades de audio envolvente, aunque podremos seguir aplicando posteriormente las ecualizaciones y tratamientos digitales que ofrezca el sistema operativo de nuestra pantalla.
Desde la tele hacia barras de sonido y receptores AV
En el caso de que lo que queramos sea sacar el sonido de la tele hasta un sistema de sonido externo como una barra de sonido o un conjunto de cine en casa, ya sea por un conector óptico digital, coaxial o por HDMI con ARC, lo que nos va interesar es enviar el sonido sin alterar de ningún modo.
Lo que nos conviene es, por tanto, seleccionar el paso directo o Bitstream para que sea el equipo de sonido el que se encargue de recoger la señal de audio, decodificarla, procesarla generalmente de forma más efectiva que como lo haría la tele, y posteriormente repartirla entre los altavoces que tenga conectados para lograr auténtico sonido multicanal.
Desde reproductores y consolas hacia un receptor AV o barras de sonido
En el caso en que lo que tengamos sean diferentes equipos como consolas o reproductores conectados a un receptor AV y luego éste a la tele, también nos conviene seleccionar el envío en modo directo o Bitstream.
La idea es la misma que en el caso anterior. Enviamos el sonido sin tocar hasta el sistema de sonido, que se encargará de decodificar y procesar la señal para ofrecer la máxima calidad.
Un caso especial se da cuando tenemos los reproductores y consolas conectados a un receptor AV y desde éste pasamos la señal de sonido a la tele a través de un cable HDMI ARC o eARC. En estos casos, si el receptor es medianamente moderno, podemos configurar en él que haga un paso directo de la señal de audio y vídeo hacia la tele para que podamos ver y escuchar contenidos de estos reproductores y consolas en la tele sin tener que encender el receptor, siempre que lo tengamos en modo de espera conectado a una toma eléctrica.
Esto puede resultar útil si por ejemplo solo queremos usar el receptor para emitir el sonido de algunos juegos y películas pero no para otros usos como el ver vídeos de fuentes de streaming, reproducir trailers, etc.
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