Con el precio del gas butano por las nubes, muchos usuarios se plantean si hay fórmulas más económicas para alimentar sus cocinas, sistemas de calefacción o incluso barbacoas de exterior.
De ahí que quizá se nos haya pasado por la cabeza alguna vez si es posible comprar bombonas de propano, en ocasiones más económicas que las de butano, para sustituir estas últimas, o al contrario. ¿Es técnicamente posible hacerlo?, ¿qué ventajas e inconvenientes puede tener hacerlo?
Bombona de propano o butano: estas son las diferencias
El butano y el propano son conocidos como gases licuados del petróleo (GLP), ofreciendo características muy similares entre ellos, pero también con algunas diferencias importantes que conviene conocer.
Por ejemplo, según señala Respol en este interesante artículo, el propano tiene una presión de vapor mayor y puede evaporarse (pasar del estado líquido de la bombona a gas) incluso a temperaturas muy bajas. Por ello puede ser utilizado en instalaciones de exterior sometidas al frío, como en estufas de exterior, aunque no es tan recomendable su uso en barbacoas.
El butano es un gas más eficiente en climas templados o cálidos y no tanto en temperaturas bajas. Su capacidad de evaporarse disminuye por debajo de 0 °C. Es decir, si hace mucho frío el gas no se evaporará adecuadamente para alimentar el dispositivo (por ejemplo una estufa de exterior). Por este motivo, no es recomendable utilizar butano en aparatos de propano en climas fríos.
En cuanto a usos dentro de casa, muchos calentadores tienen la opción de funcionar con ambos gases sin problema, aunque suelen venir de fábrica preparados para uno de ellos, siendo necesario reprogramarlos para funcionar con el otro tipo de gas.
En el caso de la calefacción, muchas estufas pueden usarse con ambos gases y se marcan con la etiqueta “butano 30 mbar - propano 37 mbar”, lo que indica que deberemos seleccionar una u otra presión, siendo recomendable leer las instrucciones del fabricante.
En el caso de las placas de cocina que funcionan a gas, Repsol señala que no todos los aparatos diseñados para butano pueden soportar la mayor presión del propano sin modificaciones. Por ello es necesario tomar una serie de medidas para adaptarlos, siempre que en le manual indique que sea posible hacerlo.
De hecho, este es el primer paso a seguir: verificar que la placa de cocina es compatible con ambos tipos de gas. Luego habrá que cambiar el inyector de gas, ya que el diámetro es diferente en cada uno de ellos. Y además será necesario modificar el regulador. Esto es así porque para usar propano en un aparato de butano es necesario que el regulador se ajuste a mayor presión del gas a 37 mbar. Otra opción es la de cambiar la boquilla conectada a la bombona.
Repsol también advierte de que cambiar el tipo de gas que se usa puede suponer diferencias en cuanto a la eficiencia de los aparatos e incluso tener implicaciones de seguridad aunque hayamos realizados las verificaciones antes comentadas.
Por ejemplo, el uso de propano en un aparato diseñado para butano puede generar un sobrecalentamiento y peligros como fugas si los aparatos no están ajustados correctamente a las presiones.
Y usar butano en un aparato pensado para propano en climas fríos podría resultar en una combustión ineficiente, lo que reducirá su capacidad de calefacción o cocción.
Vía | Repsol
Imagen portada | Eric Prouzet
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