Los diferentes servicios de vídeo en streaming han permitido que con conexiones de relativa baja velocidad podamos disfrutar de todo tipo de películas, series, documentales y vídeos de ocio de múltiples temáticas que inundan Internet consumiendo una fracción del ancho de banda que las versiones en soporte físico.
No es magia. El truco está en la compresión con pérdidas de los archivos que en muchas ocasiones se realiza de forma automática al subir un vídeo a sitios como YouTube o Vimeo y que degradan considerablemente la calidad de las imágenes y el sonido (dejaremos el tema sonoro por ahora), como podréis comprobar en los ejemplos de este artículo.
Aunque es cierto que en los últimos años se ha ido mejorando la calidad de los servicios de vídeo en streaming y se han incorporado nuevas funcionalidades y resoluciones Full HD, incluso 4K o UHD, la realidad es que si quieres probar de verdad las capacidades de un televisor tienes que huir del vídeo en streaming (incluidos los videoclub online y servicios VOD), ya que no siempre tener una mayor resolución implica ofrecer una buena calidad.
De hecho, en la mayoría de las ocasiones nos encontramos con vídeos con la imagen como lavada, con poco detalle, sin el típico grano que le da un aspecto cinematográfico, con la colorimetría retocada para mal, peor definición y contraste que las versiones lanzadas en Blu-ray.
Unos ejemplos visuales
Para muestra de lo que os estoy contando vamos a ver la comparación entre varios trailers extraídos de YouTube y los mismos trailers sacados de discos en Blu-ray a máxima calidad. Para que el reproductor multimedia no influya en la imagen (habría diferencias entre el reproductor del navegador web y el MPC-HC que es el que usaré), los vídeos de Youtube los descargaré a máxima calidad y los reproduciré también desde el MPC-HC con las mismas opciones visuales activadas.
La primera demo la haremos con el popular trailer de "Star Wars, el despertar de la fuerza". En su versión para YouTube pesa unos 42 MB en 1080p frente a los más de 256 MB de su versión en MKV. ¿Las diferencias? Podéis apreciarlas en la siguiente galería (la primera foto es siempre la del MKV y la segunda la de YouTube), en la que se observa una mejor colorimetría, definición de los detalles y sensación cinematográfica del vídeo no procedente del streaming.
¿Otros ejemplos? Pues tenemos más en la siguiente galería. Por ejemplo con el trailer de "Batman vs Superman", que en su versión 1080p online pesa unos 53 MB frente a los cerca de 327 de su versión MKV. Los resultados son muy similares: pérdida total del grano y la microinformación que podríamos disfrutar en un buen televisor de calidad. Y también con el trailer de "El corredor del laberinto 2", donde vuelve a apreciarse otra vez la pérdida de detalles.
Conclusión: para probar una tele, no uses el streaming online
¿Qué conclusiones podemos sacar? Pues principalmente que no importa que seleccionemos un vídeo a una resolución 1080p o superior en sitios como YouTube. Su calidad es infinitamente inferior a la que podemos obtener de una fuente como Blu-ray.
De ahí que los sitios en streaming estén bien para un vistazo rápido o poco exigente con la calidad del contenido, pero no para usarlo como demo o para probar equipos, como algunos profanos en la materia suelen hacer. De hecho, no es la primera vez que me encuentro con que algún familiar o incluso en algunas tiendas cometen este imperdonable sacrilegio, desmejorando la calidad del producto que tratan de vender.
En Xataka | Películas para presumir de home cinema
Ver 13 comentarios