Cuando dimos el salto de los televisores de tubo hasta las pantallas planas, uno de los principales cambios fue el relativo a la relación de aspecto, que pasó de los 4:3 a los actuales 16:9, generalizando esta proporción tanto en las emisiones televisivas como en el streaming y en los formatos ópticos.
La mayoría de televisores que se han vendido en las últimas dos décadas han venido en formato 16:9, lo que aporta una mejor visión panorámica en la mayoría de situaciones, pero sigue dejando a una gran parte de las películas ultrapanorámicas con las molestas y odiadas por muchos barras negras encuadrando la imagen ¿Ha llegado la hora de dar el salto a los televisores ultrapanorámicos con relación de aspecto 21:9?, ¿tienen sentido este tipo de teles?
En el sector de los monitores para ordenador llevamos ya unos años viendo como se vuelven más populares los formatos 21:9 por ofrecer una mayor inmersión en la escena virtual, sirviendo también para maximizar la visualización de cine grabado en esta proporción.
Sin embargo, en los televisores inteligentes pocas han sido las apuestas de los fabricantes que hemos tenido la oportunidad de llevarnos a casa. Por ejemplo, hace unos años Philips sorprendía con una línea de pantallas 21:9 que, todo hay que decirlo, quedaban muy espectaculares en las estanterías de las tiendas. Una apuesta que duró un par de generaciones pasando posteriormente al olvido.
Otra marca interesada en el cambio ha sido LG, quien ha venido explorando soluciones como una tele que cambia de formato o más recientemente algún prototipo espectacular mostrado en ferias pero que no ha llegado finalmente al mercado.
Más recientemente ha sido Hisense la interesada en el formato 21:9 con un modelo llamado "Movie Wall" con resolución 5K (5120x2160) que mostraron de pasada en la IFA 2019 cautivando a muchos usuarios interesados en los sistemas de cine en casa.
Cuándo y por qué las teles 21:9 tienen sentido
En este punto puede que muchos os estéis preguntando si realmente tienen más sentido los televisores 21:9 que los habituales 16:9. Pues depende. Depende principalmente de dos factores que están interrelacionados: el tamaño de la tele y el uso para la que esté destinada.
Los televisores son cada vez más grandes y se espera que esta tendencia se incremente y consolide en los próximos años. De hecho, marcas como LG han señalado su intención de comenzar la producción masiva de paneles OLED de 77 pulgadas y superiores a partir del próximo año.
Sin embargo, estas teles tan grandes no van enfocadas al típico "usuario de salón" que le va a dar un uso todoterreno para ver programación convencional como noticias, concursos, entrevistas, novelas, series y alguna película ocasional. Estos enormes tamaños van enfocados fundamentalmente a ver cine en casa, un tipo de programación que suele llevar de serie las incómodas barras negras.
La mayor parte de las películas que llegan hasta nosotros lo hacen con relación de aspecto 21:9, aunque también hay algunas, las menos, en 16:9 o 16:10, por lo que en las teles de gran diagonal enfocadas a ver cine parece un desperdicio de recursos el tener siempre un buen porcentaje de la pantalla apagada con las barras negras.
En estos casos parece más lógico apostar por la relación que permita extraer el máximo potencial por pulgada de los carísimos paneles, que si se pasasen al formato 21:9 permitirían además lograr unas diagonales algo más grandes si repartimos el espacio desaprovechado de las barras negras superiores e inferiores trasladándolas a esta relación de aspecto a la hora de cortar los sustratos en las fábricas.
Estéticamente hablando, estos modelos con relación de aspecto ultrapanorámica puede que queden un poco extraños en la pared o sobre nuestros muebles debido a su estrechez. Sin embargo, este punto puede ser también una oportunidad para integrar bajo ellas un buen sistema de sonido que complemente su altura y el audio del conjunto.
¿Es por tanto el momento para que lleguen este tipo de televisores al mercado de consumo? Pues en mi opinión creo que sí, sobre todo en las gamas más altas con paneles de grandes dimensiones. Suelen ser productos orientados a usuarios con salas dedicadas o semidedicadas enfocadas a cine y en menor medida a series, que probablemente agradecerán alguna pulgada extra útil prescindiendo de la superficie actualmente ocupada por las barras negras ya habituales en las películas.
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