Una de las novedades más interesantes y prometedoras para este año 2022 en cuanto a tecnologías de imagen se refiere son los paneles QD-OLED, una evolución de los ya clásicos OLED que acerca los puntos cuánticos a los píxeles autoemisivos prometiendo mejorar la intensidad de los colores, la cantidad de brillo mostrado en pantalla y al mismo tiempo reducir las posibles retenciones de imagen.
Es, por tanto, una mejora importante que ya cuenta con el interés de muchos fabricantes, como Sony que ha anunciado el televisor A95K Bravia XR para esta primavera, Dell con su Alienware AW3423DW o la propia Samsung con el televisor QS95B y el monitor Odyssey G8QNB, equipos con paneles todos ellos cortesía de Samsung Display.
La tecnología es muy prometedora y está atrayendo el interés de muchos posibles futuros compradores, entre los que me incluyo. Sin embargo, como suele ser habitual con casi todas las innovaciones, no es oro todo lo que reluce y hay ventajas y desventajas que conviene tener en cuenta.
Una estructura triangular de subpíxeles
Estructura de subpíxeles RGB triangular de paneles QD-OLED
En este caso concreto, la polémica ha surgido a raíz de las primeras pruebas realizadas por el medio alemán Heise.de en el monitor Alienware AW3423DW con panel QLD-OLED, donde han observado un curioso efecto en forma de ligeros artefactos visuales en ciertas zonas de la imagen, como por ejemplo líneas rectas oscuras sobre fondos claros, en algunos textos dependiendo del contraste, en los bordes de algunos iconos o directamente en el cursor del ratón.
El motivo de este efecto se lo ha explicado Samsung Display a FlatpanelsHD, donde han señalado que es debido a una peculiar estructura de los píxeles que forman las imágenes, o mejor dicho, de los subpíxeles RGB que forman cada píxel completo con una forma triangular en lugar de la clásica rectangular a la que estamos acostumbrados en las teles OLED y LCD convencionales.
¿Por qué esta estructura en forma de triángulo? Desde Samsung explican que de este modo es posible "mejorar la experiencia de usuario en lo que respecta al color y el HDR". Han elegido esta estructura triangular para "optimizar las características ópticas de las pantallas QD-OLED como el brillo, la intensidad del color y la durabilidad", puntos más prometedores de la nueva tecnología.
Estructura de subpíxeles RGB clásica, adyacentes uno junto a otro
Así, en lugar de estar dispuestos los subpíxeles de forma adyacente en una distribución de tipo PenTile, lo cuál según el fabricante puede comprometer el detalle y la precisión, se sitúan con una forma triangular formada por una estructura en matriz "3 (R,G,B) x (3440*1440)" que no tiene este inconveniente.
Según la marca, estos artefactos son habituales en otros sistemas de pantallas RGB, aunque se acentúan más cuanto mayor es el contraste y más amplio el espacio de color que pueden mostrar los paneles, algo en lo que destaca especialmente la tecnología QD-OLED y el principal motivo por el que puede acentuarse dicho efecto en algunos casos.
Entonces, ¿es muy pronunciado, se nota mucho? Pues desde Samsung y por las primeras pruebas mencionadas antes parece ser que no, aunque lógicamente tendremos que esperar a poder verlo por nosotros mismos para poder asegurarlo con rotundidad.
Los artefactos son visibles en principio solo si nos sentamos muy cerca de la pantalla y en casos puntuales como textos y líneas muy contrastadas, si los vemos a corta distancia. En general, para la mayoría de usos cotidianos al ver imágenes en movimiento, como vídeos, para cine, series incluso videojuegos afirman que "no debería ser perceptible".
Mientras finalmente llegan los primeros televisores y monitores para poder probarlos a fondo de primera mano, hemos contactado con Samsung para confirmar esta curiosa estructura en los píxeles, sus ventajas e inconvenientes y estamos a la espera de más información para actualizar en cuanto esté disponible.
Vía | FlatPanelsHD | Heise.de
Foto subpíxeles | Mark Mantel en Heise
