Hace unos seis años que los primeros prototipos de televisores con resolución 4K (o UHD) comenzaban a llegar hasta el sorprendido consumidor que quedaba extasiado por las demostraciones nítidas y de colores vívidos y saturados.
Desde entonces poco a poco el mercado ha ido enfocándose a esta nueva resolución hasta el punto que ya se ha asentado en las gamas medias e incluso bajas costando incluso encontrar modelos de nuevos televisores con resoluciones inferiores si queremos grandes diagonales.
De hecho, las ventas de televisores 4K ya superan los 100 millones durante 2018, según ha revelado el último estudio de Futuresource, lo que supone aproximadamente la mitad de los 220 millones de teles vendidas en lo que va de año.
China está a la cabeza de estas ventas, seguida por Norte América y Europa con un crecimiento del 30% este año que se incrementa progresivamente junto con la cantidad de contenidos disponibles, por el momento en plataformas de streaming y formato óptico (Blu-ray UHD).
De hecho, el Blu-ray UHD ha tenido un crecimiento del 85% en 2018 y de los consumidores que contratan un servicio de videoclub online, el 30% opta directamente por la variedad con acceso a vídeos en 4K (o UHD).
Sin embargo, el estudio de Futuresource resalta que a pesar de que la resolución 4K ya está presente en la mitad de los televisores vendidos en todo el mundo, no quiere decir que todas ellas sean compatibles con HDR (High Dynamic Range). Aunque no han dado cifras concretas, es de suponer que una de las causas es la venta de stocks antiguos en las gamas medias-bajas.
¿Sucederá lo mismo con 8K?
Como vemos, la resolución 4K ya se ha asentado tanto como lo hizo en su día el veterano Full HD. Sin embargo, le ha costado entre 5 o 6 años desde que se comenzaron a vender los primeros modelos que sí suponían una clara ventaja en resolución a partir de las 40-50 pulgadas y que, aunque poco a poco, han ido contando con contenidos disponibles, incluso en el sector del videojuego.
¿Qué sucederá con el 8K que ya anda pidiendo paso? Pues no está claro. De hecho, hace unas horas señalábamos cómo la previsión de ventas se sitúa muy por debajo de lo esperado inicialmente motivado por la falta de contenidos y la duda de si se podrá aprovechar realmente en una vivienda media o solo en enormes salones con pantallas de grandes tamaños.
Más información | Futuresource
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