En estos calurosos meses de verano, nuestros gadgets y dispositivos sufren más que nunca excesos de recalentamientos que pueden disminuir su tiempo de vida útil y en algunos casos extremos llegar a estropearlos por completo.
Dos son las causas principales de este exceso de temperatura: En primer lugar el aumento del calor ambiental, a pesar de que tengamos aire acondicionado en casa a nuestros dispositivos les cuesta más expulsar el calor generado al exterior. Pero además con el verano suelen llegar las vacaciones y con ellas el uso masivo y continuado de algunos dispositivos electrónicos que en otros periodos del año utilizamos con menor frecuencia por falta de tiempo.
Hoy os vamos a dar un par de sencillas ideas para que os montéis vuestro propio sistema de refrigeración activa (basado en ventiladores) con el que podréis enfriar vuestros más valiosos gadgets y dispositivos que más sufren estas semanas, como routers, amplificadores, televisores, receptores de TDT y de A/V, discos duros multimedia, etc.
Antes de empezar deciros que, aunque se trata de procesos muy sencillos los que vamos a llevar a cabo, requieren de un mínimo de habilidad bricolera, por lo que si no os veis capacitados mejor que no os pongáis con ello, no vaya a ser que tengamos un accidente, ya que vamos a tratar con elementos conectados a la electricidad como fuentes de alimentación.
Fuentes de alimentación en desuso para dar energía a nuestros ventiladores
Seguro que la mayoría de vosotros tenéis en casa almacenada una buena colección de antiguos gadgets y dispositivos que ya no usáis porque se han quedado anticuados o se han estropeado total o parcialmente y que probablemente jamás volváis a utilizar.
Me refiero a teléfonos móviles de las primeras generaciones, lectores de CD y DVD portátiles, cortadores de pelo eléctricos, impresoras antiguas en las que cuesta más el cartucho de tinta que comprar una nueva, monitores LCD que ya no funcionan, etc.
La mayoría de estos dispositivos trae una fuente de alimentación externa que por un lado se enchufa a la corriente eléctrica y por el otro al dispositivo. Lo que vamos a hacer es simplemente aprovechar estas fuentes de alimentación que transforman la corriente alterna de 220 voltios que llega a casa en tensión continua capaz de alimentar a los típicos ventiladores de ordenador que todos tenemos por casa o que si no podemos comprar en la tienda de la esquina por poco dinero.
Lo primero que necesitamos es una fuente de alimentación que nos de el voltaje y la corriente adecuados. Las que mejores resultados suelen ofrecer son las que nos proporcionan una tensión de 12 voltios y una corriente de 500 miliamperios (0,5 A). Con una de estas fuentes podremos alimentar sin problemas la mayoría de ventiladores para ordenador de hasta 12 centímetros, que suelen funcionar a 12 V y 0,25 A, pudiendo incluso usar una de estas fuentes para dos ventiladores simultáneos.
Si no tenéis por casa una de 12 V y 500 mA, quizá os sirva alguna otra con un voltaje similar (menos de 10 V os dará problemas) o que entregue menos corriente (por ejemplo con 300 mA podemos alimentar un solo ventilador sin problemas).
También podéis optar por ventiladores más pequeños, que consumirán menos, pero por lo general harán más ruido que los grandes, que en muchos casos pueden pasar desapercibidos.
El proceso de montaje es muy sencillo. Cortamos la punta del conector normalmente cilíndrico de la fuente y dejamos al aire los dos cables (positivo y masa). Estos cables los conectaremos directamente al ventilador que vayamos a usar respetando la polaridad. Si tenemos un soldador en casa lo mejor es soldar la conexión con estaño, si no, podemos usar clemas o en el peor de los casos enrollarlos y usar cinta aislante.
Este es el sistema más simple para alimentar un ventilador. Cuando enchufemos la fuente de alimentación comenzará a girar y a refrigerar nuestros dispositivos. También podemos optar por colocar un interruptor para poder controlar cuando se enciende y se apaga. Para ello podemos usar el típico interruptor de lámparas de las tiendas de bricolaje o alguno reciclado que tengamos por casa, sólo tenemos que intercalarlo en el cable positivo que va al ventilador.
Sistema con una fuente ATX antigua
Otra opción que podemos tener en cuenta es la de usar una fuente de alimentación ATX antigua de algún ordenador en desuso que tengamos en casa, como medio para dotar de energía a nuestros ventiladores. De esta forma podremos instalar un número bastante elevado de ventiladores, ya que la fuente de alimentación será capaz de suministrarnos la energía necesaria.
En este punto tenemos que comentar varias recomendaciones de seguridad. En primer lugar, nunca debemos manipular la fuente si está conectada a la electricidad, ya que corremos el riesgo de sufrir una descarga. En segundo lugar, manipular la fuente nos hará perder su garantía, por lo que mejor no probar con una nueva si no queremos quedarnos sin ella.
Lo primero que tenemos que hacer es “puentear” la fuente para que se encienda sin estar conectada a una placa base de ordenador. El proceso es muy sencillo, ya que basta con insertar un cable entre dos de los pines verde y negro o gris y negro (depende del modelo) del conector grande que va a la placa.
De este modo engañamos a la fuente para que se encienda al pulsar sobre el interruptor trasero (o si no lo tiene estará permanentemente encendida) y comenzará a dar energía a los elementos que le conectemos. En nuestro caso estos elementos serán ventiladores, que podremos enchufar directamente a los conectores que la fuente trae de serie y en un número bastante elevado.
Aquí podemos encontrarnos con el inconveniente de que la longitud de los cables que salen de la fuente no nos llegue hasta donde tengamos el dispositivo que queramos refrigerar. Ningún problema, podemos hacernos un alargador entre el ventilador y el conector de su extremo que irá enchufado a la fuente, con un simple trozo de cable de altavoces que tengamos en casa, respetando siempre la polaridad.
Como veis, el sistema es bien sencillo y barato, sólo hace falta tener un poco de habilidad para manejarse con las fuentes de alimentación. Luego tenemos que buscar la ubicación más idónea para colocar los ventiladores y seguro que conseguimos mantener bien fresquitos nuestros dispositivos.
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