El país con los vecinos menos ruidosos está en Europa. El motivo es que hay días en los que hay que guardar silencio

  • Las horas de silencio de domingos y días festivos se extienden las 24 horas del día

  • Los ciudadanos deben de hablar bajo y evitar las acciones y actividades ruidosas

Silencio
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¿Te ha pasado alguna vez que te despiertas un fin de semana o un festivo porque tu vecino pone la música a todo volumen? Parecía un concierto. Esto no sucede en un país europeo que cuenta con una ley que prohíbe actividades ruidosas a sus ciudadanos.

No, no se trata de un pequeño país del continente. Es Alemania quien ha implementado unas normas destinadas a reducir la contaminación acústica y a proteger a aquellos que buscan disfrutar de momentos de tranquilidad evitando ambientes ruidosos. Se han establecido un conjunto de normas, conocidas popularmente como Ruhezeit (tiempos de descanso), que a continuación detallaremos.

Todos en silencio

Pexels Kampus 7556638 Foto de Kampus Production

Alemania, una de las economías más destacadas de Europa, también lidera en el desarrollo de leyes avanzadas, y el Ruhezeit es un buen ejemplo de ello. Estas normas buscan regular el ruido y establecer momentos en los que los ciudadanos deben ser moderados y evitar cualquier actividad que genere sonidos molestos.

Durante la semana y los sábados, el horario en el que debe evitarse el ruido en Alemania es generalmente de 22:00 a 6:00. Aunque es similar a otras regulaciones, el Ruhezeit extiende esta limitación durante las 24 horas de los domingos y días festivos.

La norma general permite hacer ruido, pero sin superar los 50 decibelios, que es el volumen aproximado de una conversación tranquila en una habitación. Cualquier sonido que supere este límite durante los períodos de descanso es considerado ilegal. En los apartamentos, están prohibidos los ruidos que excedan el volumen ambiental durante estos períodos.

Drums 2599508 1920 Foto de StockSnap en Pixabay

Según la Ley Federal de Control de Inmisiones (“Bundes-Immissionsschutzgesetz” o “BImSchG”, ciertos dispositivos no pueden usarse durante los períodos de descanso, que comprenden de 20:00 a 7:00 horas y durante los domingos y festivos:

  • Cortasetos eléctricos
  • Cortadoras de césped
  • Bordeadora de césped
  • Desfibradoras
  • Bombas de agua

Además, los siguientes dispositivos solo pueden utilizarse de lunes a viernes en horarios específicos: de 9:00 a 13:00 horas y de 15:00 a 17:00 horas:

  • Sopladores de hojas
  • Sistemas quitanieves

Para otros dispositivos o actividades, el límite máximo de ruido permitido es de 50 decibelios, lo que significa que, en general, no se permite el ruido de las obras de construcción o reformas en áreas residenciales durante los períodos de descanso. Y en balcones y terrazas también se ha de observar esta normativa.

Man 4393964 1920 Imagen | Sammy-Sander en Pixabay

Estos horarios de descanso no son establecidos de manera nacional, sino que dependen de los estados federados, los municipios o incluso los propietarios. De hecho, pueden incluirse en contratos de alquiler. Para consultar las normas exactas aplicables en la localidad en la que se reside, se recomienda:

  • Revisar el contrato de alquiler: muchos contratos incluyen cláusulas específicas sobre los horarios de silencio.
  • Contactar con la administración municipal: pueden ofrecer información detallada sobre las regulaciones vigentes.
  • Consultar con el propietario o la comunidad de vecinos: pueden ofrecer orientación sobre las normas específicas del edificio o la zona.

De esta manera, actividades como escuchar música, ver la televisión, hablar en voz alta y en general cualquier ruido en un apartamento que pueda ser escuchado por los vecinos, se ven afectadas por estas normas. Además de estas reglas, las leyes estatales de control de emisiones regulan el llamado descanso nocturno y otros períodos de descanso.

No respetar los períodos de descanso puede acarrear diversas sanciones. Si se produce una alteración puntual del orden público, como una fiesta ruidosa, la policía podría intervenir, solicitando que cese el ruido; de no hacerlo, podrían confiscar equipos de sonido o desalojar a los invitados. Esto generalmente conlleva una multa que puede alcanzar varios miles de euros, aunque no es habitual que se alcancen esas cifras.

Si las infracciones se repiten, como música alta constante, perros ladrando toda la noche o discusiones frecuentes, los vecinos podrían alertar al propietario, lo que puede derivar en advertencias o incluso la rescisión del contrato de alquiler.

Imagen portada | Freepik

Vía | Express UK

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