La tecnología OLED presenta múltiples ventajas con respecto a LCD, pero tiene una desventaja claramente conocida por los fabricantes: la degradación de los componentes orgánicos que puede causar las famosas retenciones y quemados de imagen.
Es una cuestión que ha ido mejorando mucho desde los primeros modelos de televisores lanzados hace unos diez años, pero que en mayor o menor medida sigue estando presente en los modelos actuales, incluso en los nuevos paneles QD-OLED que en principio prometían mitigar el problema.
Sin embargo, aunque actualmente todos los paneles que montan las diferentes marcas vienen solo de dos fabricantes (LG en los OLED clásicos WRGB y Samsung en el de los modelos QD-OLED), no todos los modelos de Smart TV que salen a la venta procedentes de muchas más marcas se comportan de igual modo con el tema de las retenciones, habiendo algunas pantallas que son más susceptibles de sufrirlos que otras. ¿Cuál es el motivo si en teoría deberían montar el mismo panel?
Ciclos de compensación: qué son y para qué sirven
La clave está en los mecanismos o ciclos de compensación, o mejor dicho, en cómo se implementan dichos ciclos en las distintas teles. Pero para empezar hay que saber primero qué son ciclos y para qué sirven.
La idea es sencilla. Cada cierto tiempo la tele analiza el estado de los píxeles para ver si hay alguno que ha quedado expuesto más tiempo o ha sufrido un percance con respecto a su estado original.
Entonces la circuitería interna es capaz de variar el voltaje de los que sea necesario para mantener la uniformidad en todos los subpíxeles de forma que, aunque haya habido variaciones, los usuarios no apreciemos esas retenciones o quemados. Esto es a lo que se conoce como "ciclo de compensación".
Para ello el sistema operativo marca en su lista de tareas pendientes que tiene que hacer uno de estos ciclos de compensación rápido (también se suele dar la opción de hacer uno más lento y profundo manual que es recomendable pasar cada 2.000 horas), algo que realiza automáticamente cuando pulsamos el botón de apagado en el mando.
Hasta aquí la teoría que todos los fabricantes de televisores OLED deberían implementar para mantener la uniformidad de las imágenes y que no apreciemos quemados ni retenciones. Pero el problema es que no todos parecen implementar estos ciclos de igual modo.
Ciclos de compensación: cómo los implementan los fabricantes
O por lo menos esto es lo que ha dejado claro el último estudio llevado a cabo por Rtings, donde están probando a fondo la durabilidad de multitud de marcas y modelos de televisores prestando especial atención a cómo de susceptibles son de sufrir retenciones y quemados.
¿Las conclusiones? Pues que cada fabricante implementa de forma distinta los ciclos de compensación, lo que hace que no siempre se ejecuten de forma óptima y cause que algunos modelos sean más susceptibles de sufrir retenciones y, a la larga, quemados.
Para detectar el comportamiento de los ciclos primero han ido comprobando los consumos eléctricos de los televisores mientras estaban en uso y tras apagarlos, detectando las pautas de activación de los ciclos de compensación de múltiples modelos.
En general suelen caracterizarse por un pequeño pico de consumo alrededor de unos 30-50 vatios en función de la diagonal que dura unos pocos minutos y luego se pasa al modo de espera con consumo casi cero.
Por ejemplo, comenzando por LG, los ciclos se activan en cuanto apagamos la tele y el contador de uso ha registrado un periodo continuado o acumulado de 4 horas sin haber realizado un ciclo de compensación previo. Sin embargo, esta implementación no es así en todas las marcas y modelos.
Así, como comentan desde Rtings, en su análisis han detectado que en el caso de Samsung con sus modelos QD-OLED, hay algunas teles que si siguen este protocolo de 4 horas para realizar el ciclo, mientras que otras lo ejecutan pasadas unas ciertas horas de espera cuando apagamos la tele.
De igual modo sucede con algunos televisores de la marca Sony, donde los tests han detectado que inician el ciclo de compensación no de forma inmediata cuando apagamos la tele, sino cuando esta lleva sin usarse entre 4 y 6 horas.
¿Qué supone esto de cara al usuario? Pues en primer lugar que está claro es recomendable dejar siempre la tele conectada a la corriente eléctrica para permitir que estos ciclos tengan la opción de realizarse.
Pero además, que salvo en el caso de LG, no podemos estar seguros de cuándo se realizarán estos ciclos y dependiendo del tipo de uso que hagamos puede que nos perdamos muchos de ellos y se vaya acumulando la degradación en los píxeles.
Por ejemplo, si tenemos una de estas teles con ciclos menos predecibles y somos de ver la tele solo un rato al día y luego la apagamos por la noche, pues pasado un tiempo comenzará a ejecutarse un solo ciclo de madrugada y la tele compensará el desgaste sin problemas.
Pero si somos de ver la tele en diferentes tramos horarios a lo largo del día pero nunca dejamos tiempo suficiente (por ejemplo esas 4-6 horas de espera necesarios con la tele apagada) iremos perdiendo ciclos intermedios y solo se ejecutarán los de madrugada, con lo que corremos el riesgo de que las retenciones se acumulen.
Imagen portada | Jose Antonio Carmona
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