Las etiquetas de eficiencia energética son uno de los indicadores más rápidos a la hora de saber el futuro gasto eléctrico y de agua de nuestros electrodomésticos y equipos así como otros factores como los niveles de ruido o las capacidades reales del mismo.
Es un sistema gráfico pensado para poder observar de forma muy visual las características más relevantes de nuestra futura compra, aunque su evolución constante puede resultar confusa para muchos usuarios. ¿El motivo?
Pues que los fabricantes van desarrollando productos cada vez más eficientes que las dejan obsoletas cada pocos años, entonces los organismos oficiales las renuevan y los consumidores tenemos que acostumbrarnos a los nuevos modelos.
Las etiquetas que acabamos de estrenar hace algo más de dos años proponen una nueva escala y nuevo formato de valoración de los consumos que hacen que las cifras mostradas en las etiquetas antiguas ya no coincidan con las nuevas, aunque se trate del mismo electrodoméstico. No obstante, se olvidaban de los apellidos "+" y volvían de nuevo a una escala simple de letras con colores entre la "A" en verde que representa a los aparatos más eficientes, y la "G" en rojo que representa a los dispositivos menos eficientes.
Lo sorprendente cuando se realizó el cambio es que se dejaba la categoría "A" vacía, es decir, sin que ningún electrodoméstico fuera capaz de alcanzarla, a la espera de nuevos productos más eficientes que llegarían en los próximos años... y ya han llegado.
Nuevas lavadoras ultraeficientes de Samsung
El año pasado ya tuvimos un adelanto de lo que iba a suceder con las nuevas etiquetas de eficiencia energética, ya que en la IFA 2022 asistimos a la presentación de algunos electrodomésticos que superaban la categoría "A", la máxima posible hasta entonces, poniendo al lado un "apellido" similar a "-10%", "10% extra" o parecido que venía a indicar que esa evaluación había superado en dicho factor del 10% a la clase "A".
Este año en la IFA 2023 de Berlín la situación se ha repetido pero ampliada notablemente, ya que Samsung Electronics ha presentado una lavadora con clasificación energética A-40%. Esto significa que consume hasta un 40% menos de energía que el necesario para alcanzar el límite de la clase "A" de eficiencia energética.
¿Cómo consigue esta lavadora tal eficiencia? Pues según el fabricante "optimizando de forma inteligente el rendimiento del lavado y reduciendo el uso de energía, al tiempo que ofrece una capacidad de carga de 10 kg" para ello esta lavadora incluye conectividad SmartThings, que puede reducir el uso de energía a través del AI Energy Mode en SmartThings Energy.
También permite a los usuarios comprobar el consumo de energía diario, semanal y mensual y calcula las facturas mensuales de electricidad. Además, para los programas de lavado que pueden funcionar en el AI Energy Mode, la lavadora reduce de forma inteligente el uso de energía hasta en un 70% utilizando Ecobubble para lavar con agua fría en lugar de caliente y evitar así alargar el tiempo de lavado.
La lavadora viene con AI Wash, que posee capacidades de detección de la colada para mejorar el rendimiento del lavado y minimizar el desperdicio. De este modo, controla la cantidad de agua y detergente detectando el peso, la suavidad del tejido y el nivel de suciedad. Para ello, optimiza la cantidad de agua y detergente y ajusta continuamente los tiempos de remojo, aclarado y centrifugado. Según Samsung, esta lavadora estará disponible en los mercados europeos a partir del primer trimestre de 2024, aunque no ha facilitado precios.
Como vemos, las nuevas etiquetas energéticas que llevan unos dos años funcionando ya están claramente obsoletas y no sería de extrañar que en poco tiempo comenzásemos a ver de nuevo las clásicas categorías "A+", "A++", etc. que fueron suprimidas porque en teoría ofrecían poca claridad al usuario.
Imagen portada | Unión Europea
En Xataka Smart Home | Entendiendo el caos de las etiquetas de clasificación energética: en qué se diferencian las nuevas de las anteriores
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