Uno de los problemas a los que se enfrentan las ciudades, al menos las más turísticas es el de la gentrificación. Un término de moda en los últimos tiempos que se refiere al proceso urbano por el que una ciudad, un barrio o una zona se transforma.
En este sentido, los pisos turísticos juegan un papel fundamental. Una alternativa económica a los alojamientos hoteleros clásicos, que sin embargo, está teniendo consecuencias negativas en el entorno y en la población. Por eso distintas administraciones trabajan para su control y en Andalucía y ahora en Granada, se pondrá todo un poco más difícil.
Poner coto a los pisos turísticos
Pero volviendo al término gentrificación, vamos a profundizar en el. Con esta palabra estamos haciendo referencia a un proceso urbano en el que un barrio o área experimenta cambios demográficos y socioeconómicos significativos, generalmente debido a la llegada de personas de ingresos más altos que los residentes originales. Este fenómeno suele estar acompañado por una serie de efectos, positivos, claro, pero también negativos.
Podemos decir que en la parte "bonita", la gentrificación a menudo trae consigo inversiones en infraestructuras, mejoras en los servicios públicos y un aumento en la seguridad y limpieza del área.
Pero esto es solo una cara del prisma, y es que este fenómeno tiene como consecuencia la aparición y proliferación de los conocidos como pisos turísticos. A medida que la zona en cuestión se vuelve más atractiva, llegan personas con mayores ingresos que desplazan a los residentes tradicionales. Los pisos pasan a tener precios más altos, de alquiler y compra que hacen que los residentes de bajos ingresos, que a menudo han vivido en el área durante mucho tiempo, puedan verse obligados a mudarse debido a la imposibilidad de pagar los aumentos en los costos de vivienda.
El Realejo, uno de los barrios más afectados
Así nos encontramos con barrios enteros dedicados al turismo. Bloques de pisos dedicados exclusivamente a viviendas turísticas y negocios orientados también a este tipo de clientes que además, llevan asociados unos precios más altos y que desplazan a los negocios tradicionales.
Se trata de un problema que afecta a todas las poblaciones pero sobre todo se da en aquellas que tienen un fuerte componente turístico. Seguro que te suenan esos largos grupos de turistas que parecen zombies en The Walking Dead siguiendo al guía y has caminado tras ellos o te ha tocado esquivarlos.
Un cambio que propicia situaciones curiosas, cómo que incluso del modelo de alquiler a estudiantes haya dejado de ser rentable. Ahí está el caso del bloque que se ha hecho viral por estar lleno de cajetines para pisos turísticos.
Imagen | Pepe Martín Ideal
Andalucía, una región turística por excelencia, se ha propuesto limitar y controlar los alojamientos turísticos. El primer paso lo dio a principios de año al publicar el decreto por el que se modifican diversas disposiciones en materia de viviendas de uso turístico (VUT), establecimientos de apartamentos turísticos y hoteleros en la comunidad andaluza.
Bloque con varios apartamentos turísticos
Por medio del Decreto núm. 31/2024 de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte, de 29 enero, la administración andaluza modifica diversas disposiciones en materia de viviendas de uso turístico, establecimientos de apartamentos turísticos y hoteleros de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
Básicamente lo que hace es incorporar nuevos requisitos respecto a los que ya estaban fijados en el incorporar nuevos requisitos respecto a los que ya estaban fijados en el Decreto 28/216, de 2 de febrero, a la hora de fijar el establecimiento de un servicio turístico de alojamiento de viviendas. Era el marco para que cada ayuntamiento actuara, ya que lo que hace es abrir las puertas para que cada municipio establezca una normativa que ponga límites a la proliferación de este tipo de viviendas. Y en Granada ya han dado el paso.
El caso Granada
Carrera del Darro, una de las calles más transitadas por los turistas
Lo cierto, es que la masificación de las ciudades y la proliferación de este tipo de viviendas están generando malestar entre los vecinos (sé lo que digo, vivo en uno de estos barrios) y por ejemplo, en Granada, para el 16 de junio, hay convocada una protesta por la Asociación de Vecinos del Albaicín para pedir un modelo de turismo sostenible. En Granada hay más de 3.000 viviendas turísticas y muchas de ellas, la mayoría están en los barrios del Realejo y el Albaicín.
Bloque sólo de pisos para el uso turístico
Ahora, en la ciudad de La Alhambra han dado el paso y ya tienen lista una modificación del actual planteamiento urbanístico, el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) vigente, que data de 2011. Como han anunciado en una nota de prensa, desde el Consistorio tienen listo un cambio en la normativa establecerá una serie de condiciones que deberán cumplir toda la viviendas que quieren obtener una licencia de uso turístico
Imagen | Ayuntamiento de Granada
En Granada trabajan en desarrollar la normativa andaluza y tienen casi listo el respectivo expediente, que luego habrá de ir a una comisión informativa, movimiento previo a la llegada y aprobación en Pleno Municipal.
A partir de ahí, se abre un margen de tiempo en el que no habrá concesión de licencias hasta la aprobación definitiva de la nueva normativa. De hecho, según Marifrán Carazo, la alcaldesa de la ciudad, no se prevé conceder licencias hasta julio, y cuando se presente solo se otorgará si estas cumplen los requisitos establecidos. La normativa no es retroactiva y afecta solo a las licencias nuevas, y las antiguas no se verán afectadas, pero lo importante es lo que tendrán que cumplir los pisos turísticos.
Y son estos requisitos, los que pueden plantear más de un problema. Entre las medidas que deberán cumplir este tipo de viviendas, están el que por ejemplo tengan un título habilitante para su ocupación, y que estando destinadas en un edificio total o parcialmente a viviendas de este tipo, tengan elementos de acceso y evacuación adecuadas e independientes del resto del inmueble, así como a que tengan acometidas de salida de luz, agua o teléfono independientes.
Éstas son las primeras medidas que se tomarán en consideración, pero es posible que se sumen otras destinadas a corregir este problema que cada vez afecta a más ciudades con el objetivo de garantizar la convivencia en la ciudad y favorecer el acceso a la vivienda.
Más información | Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Granada
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