Si alguna vez has experimentado problemas de conexión WiFi en casa con bajada de velocidad y hasta cortes (vamos que ni los mensajes del WhatsApp funcionan). Puede que en muchas ocasiones hayas culpado al router e incluso al operador que te presta el servicio.
Pero quizás el problema sea mucho más mundano y en ese caso, quizás esta solución te pueda interesar. Además de los clásicos métodos para mejorar la cobertura de la red inalámbrica, como usar amplificadores, extensores, puntos de acceso o redes Mesh, existe una sencilla regla que muchos pasan por alto: la regla de los 30 centímetros.
¿Qué es la regla de los 30 centímetros?
Imagen | Eva Rodriguez de Luis
La regla de los 30 centímetros es una técnica recomendada para optimizar la distribución de la señal WiFi en el hogar. Según sus proponentes, uno de los problemas más comunes cuando falla la distribución de la red WiFi es que los dispositivos se encuentran demasiado cerca del router. Este exceso de proximidad puede generar interferencias, reduciendo la calidad de la señal y afectando la estabilidad de la conexión.
Esta regla sugiere que los dispositivos conectados al router mediante WiFi, como teléfonos, impresoras e incluso televisores, deben mantenerse a una distancia mínima de 30 centímetros del router. El objetivo es evitar que el campo magnético de estos dispositivos interfiera con la señal WiFi, lo cual podría provocar inestabilidad en la conexión y disminuir la velocidad de transmisión de datos.
Muchos hogares cometen el error de colocar el router cerca de otros dispositivos electrónicos, como el televisor. Aunque pueda parecer conveniente desde el punto de vista estético o práctico, esta proximidad puede causar problemas de conexión. Teléfonos inalámbricos, impresoras y otros dispositivos electrónicos que emiten señales también pueden interferir con el WiFi si están demasiado cerca del router.
Es importante colocar bien el router. Para lograr una cobertura uniforme y eficiente, es esencial asegurarse de que el router esté colocado en un lugar central y elevado, lejos de paredes gruesas, electrodomésticos grandes, y, siguiendo la regla de los 30 centímetros, lejos de otros dispositivos electrónicos. Este pequeño ajuste puede marcar una gran diferencia en la calidad y la estabilidad de la red WiFi en toda la casa.
Siguiendo la regla de los 30 centímetros y manteniendo una buena disposición de tus dispositivos, puedes mejorar significativamente la cobertura y eficiencia de tu red WiFi. Este sencillo truco puede ayudarte a reducir las interferencias y a disfrutar de una conexión más estable y rápida en todas las áreas de tu hogar.
Foto de portada | Ono Kosuki
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